Soler se disculpa por criticar el acento andaluz de Trinidad Jiménez tras ser reprendido por su partido
El portavoz popular en la Asamblea de Madrid colgó en su 'blog' alusiones a la forma de hablar y la falta de "cuajo madrileño" de la ministra de Sanidad
La alusión a la falta de "cuajo madrileño" y al acento andaluz de la aspirante a candidata socialista a la Comunidad de Madrid, Trinidad Jiménez, por el diputado popular Juan Soler ha generado rechazo en la clase política, incluida la de su propio partido. A media tarde Soler ha emitido un comunicado en el que pedía disculpas.
En su blog, el portavoz adjunto en la Asamblea madrileña colgaba el miércoles una entrada en la que se podía leer que la forma de hablar de la ministra de Sanidad "la hace más apta para Dos Hermanas o Vélez-Málaga, suena extraña y solo aparece por aquí para aspirar a un puesto, le faltan fondo y cuajo madrileño".
Jiménez no ha hablado del caso, pero si su rival y líder socialista en Madrid, Tomás Gómez, que ha condenado el "tinte discriminatorio y xenófobo" de Soler. Su compañera Bibiana Aído, ministra de Igualdad, se ha preguntado en su bitácora si los populares españoles "tienen tanta rabia" al acento andaluz porque "es el del progreso" y "la solidaridad".
El candidato del Partido Popular a la alcaldía de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla, ha solicitado a su formación que expediente a Soler, con el que Antonio Beteta, consejero madrileño de Economía y Hacienda, ha marcado distancias al afirmar que "en Madrid ya no se pregunta de dónde se viene, lo que se pregunta es adónde queremos ir".
Gallegos peyorativos y andaluces que se lavan
En febrero de este año, la única diputada de Unión, Progreso y Democracia Rosa Díez en CNN+, a las cuestiones que le planteaba Iñaki Gabilondo. "Defíname a Zapatero", pidió él. "Zapatero podría ser gallego, en el sentido más peyorativo del término", contestó ella. "¿Y Rajoy?", volvió a preguntar el entrevistador. "Rajoy es gallego", contestó. Tanto el Bloque Nacionalista Gallego como el Partido Socialista de Galicia exigieron disculpas.
Siete años antes, en 2003, el entonces presidente del Tribunal Constitucional Manuel Jiménez de Parga, dijo que "en el año 1000 cuando los andaluces teníamos varias docenas de surtidores de agua de colores distintos, en algunas zonas de las llamadas comunidades históricas ni siquiera sabían asearse los fines de semana". Cosechó críticas no sólo de los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, sino también de los socialistas de estas comunidades.
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