Los 'manteros' de El Vendrell anuncian su traslado a segunda línea de mar
La oposición denuncia que el Ayuntamiento pacta esta mudanza con los ambulantes, que publicitan a los turistas su nueva ubicación
El 'mercado de los morenos', como se autodenominan los manteros en los carteles que han dispuesto por el paseo marítimo de El Vendrell (Baix Penedès) para indicar a los turistas su nueva localización, se ha trasladado del paseo marítimo a segunda línea de mar. La aparente normalidad de esta mudanza contrasta con los incidentes que los vendedores ambulantes generaron el año pasado en el municipio. Decenas de manteros se enfrentaron a pedradas, en repetidas ocasiones, con agentes policiales que pretendían detenerlos. Este año, ya lejos del principal foco turístico que representa el paseo marítimo, las decenas de manteros apenas tienen problemas con la policía. La oposición municipal ha denunciado esta mañana lo que muchos vecinos sospechan: que el Ayuntamiento, en manos de CiU, ha "pactado" la nueva ubicación de los vendedores a cambio de rebajar la presión policial y evitar así que se produzcan nuevos incidentes. "Nos parece contraproducente fomentar este tipo de acuerdos. Se pasa de la persecución policial a mirar para otro lado", lamenta el principal partido opositor, el PSC.
El paseo marítimo se convirtió el año pasado en uno de los principales puntos de concentración de manteros del litoral catalán. El Ayuntamiento incluso reclamó mayor presencia de los Mossos d'Esquadra al verse saturado por los cientos de manteros que se distribuían cerca de la playa. Según el consistorio, los domingos se arracimaban unos 300 vendedores en la zona más céntrica.
Este verano parece otro municipio. En el paseo cuesta encontrar un solo vendedor ilegal que ofrezca sus productos frente a las tiendas de comerciantes que año tras año denunciaban la competencia ilegal y las pérdidas que les suponían la masificación de la venta ambulante. Ni siquiera hay carreras. Los manteros, tranquilamente alojados en las plazas de segunda línea de mar, venden gafas, bolsos, pantalones y jerseys. Par atraer a compradores, colocan reclamos en el paseo marítimo que solían frecuentar para advertir sobre su nueva localización. "Es una vergüenza consentir estas complicidades", asegura la oposición.
El Ayuntamiento niega cualquier tipo de acuerdo y entiende que la marcha de los manteros del paseo marítimo se debe a la mayor presión de las patrullas policiales. Ello no explica la presencia de los carteles que anuncian la nueva 'sede' de los ambulantes ni la tranquilidad con que estos actúan en esta nueva localización, desde media tarde hasta pasada la media noche.
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