Los etarras de la T-4 rechazan declarar en el juicio por un intento de atentado en la zona de negocios de Madrid
El fiscal pide 33 años de cárcel para Portu y Sarasola, acusados de intentar volar en 2008 el complejo financiero de Azca
La Audiencia Nacional juzga hoy a los etarras condenados por el atentado de la T4 del aeropuerto de Barajas, Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, esta vez por intentar volar el complejo financiero de Azca , en el centro de Madrid, antes de las elecciones generales del 9 de marzo de 2008. Los acusados se han negado a declarar. El juicio, que está previsto finalice mañana, se celebra en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y en el banquillo de los acusados se sientan además de Portu, San Sebastián y Sarasola, el presunto etarra Joseba Iturbide.
El fiscal encargado del caso, Pedro Martínez, pide para Portu y Sarasola un total de 33 años de cárcel para cada uno de ellos, al acusarles de delitos de integración en organización terrorista, conspiración para la realización de estragos terroristas, tenencia ilícita de armas y tenencia y depósito de explosivos. El representante del Ministerio Público solicita 30 años de prisión para San Sebastián e Iturbide por los mismos delitos, excepto el de de tenencia ilícita de armas. Los cuatro acusados, supuestos miembros del comando Elurra de ETA, tenían previsto realizar un gran atentado en el complejo de Azca, el corazón comercial y financiero de Madrid, antes de las últimas elecciones generales, una acción que no llegó a llevarse a cabo debido a la detención de los etarras, que tuvo lugar el 6 de enero de 2008.
Portu, Sarasola y San Sebastián fueron condenados el pasado viernes a 1.040 años cada uno como autores materiales del atentado de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas, que tuvo lugar el 30 de diciembre de 2006. La acción terrorista se cobró la vida de los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio y puso punto final al alto el fuego de ETA. Entre finales de noviembre y primeros de diciembre de 2007, los acusados se reunieron para planear la acción. Según el escrito de la Fiscalía, los presuntos etarras llegaron a alquilar a primeros de diciembre un coche en Irún (Guipúzcoa) y, tras pasar por Zaragoza, llegaron a Madrid, donde aparcaron el vehículo en los aparcamientos subterráneos de Azca, en concreto entre el edificio del Corte Inglés y la sede del BBVA.
Las cámaras de seguridad del aparcamiento captaron la llegada de los etarras, registrada a las 13.26 horas del 1 de diciembre. Los miembros del comando estuvieron inspeccionando los alrededores del aparcamiento. Esta acción fue frustrada por la detención de Portu y Sarasola en enero de 2008, que fue seguida un mes más tarde por el arresto en Francia de Iturbide y San Sebastián. Además del intento de atentado en Azca, el fiscal les acusa de haber transportado mochilas con material explosivo a distintos puntos de España, como Valencia, Zaragoza o Tarragona, para entregárselo a otros miembros de ETA para la comisión de atentados.
El fiscal Martínez también sostiene que en una etapa anterior, entre 2002 y 2003, Sarasola, Iturbide y Portu formaron el comando Goiztiarrak y se dedicaron a trasladar de España a Francia a miembros liberados de ETA. La Fiscalía, al igual que en el caso de la T4, vuelve a señalar a Joseba Aranibar como el jefe del comando y, por lo tanto, como el responsable jerárquico del intento de atentado en Azca. A pesar de haber sido procesado por esta causa, no se sentará de momento en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional al encontrarse encarcelado en Francia.
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