Actos vandálicos en la primera jornada de huelga de la empresa municipal de transportes de Sevilla

Los trabajadores de la empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam) han comenzado hoy la primera jornada de la huelga convocada para la Feria de Abril con actos vandálicos registrados en tres autobuses de las líneas 28 y 29 (llevadas por Casal y que prestan servicio a Torrebanca y al Parque Alcosa) y una hora de retraso en la incorporación de la flota por el bloqueo de las puertas de la empresa llevado a cabo por los piquetes.

El vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, ha advertido hoy que el comité de huelga "ha llevado a cabo un clarísimo incumplimiento de su compromiso de mantener los servicios mínimos", ya que al principio de la jornada laboral, en torno a las 5,30, los trabajadores se situaron en las puertas de la sede sin dejar salir a los autobuses.

Según Gutiérrez, la empresa se ha visto obligada a avisar a la policía, que disuadió a los empleados para que los vehículos pudieran salir, "aunque su incorporación se llevó a cabo una hora más tarde de lo normal". Sin embargo, matiza, "lo desagradable se produjo en torno a las 10, cuando se empezaron a romper cristales de las líneas 28 y 29". Dos líneas que no hacen huelga al no estar bajo la explotación directa de Tussam.

Gutiérrez ha informado de que los piquetes continúan en Torreblanca, Parque Alcosa y a las puertas de la empresa. Por lo demás, tras la reposición de las lunas de estos autobuses, que ya vuelven a estar en servicio, la huelga se ha iniciado con "la normalidad que cabe esperarse en estas circunstancias", con todos los servicios mínimos previstos (50 por ciento para las líneas que prestan servicio a la Feria y 25 por ciento para las demás).

El conflicto surgió en el último encuentro celebrado entre la directiva y los sindicatos con representación en esta sociedad municipal (CCOO, CGT, la Asociación Sindical de Conductores y SITT), la dirección de Tussam resolvió retirar el documento inicial del plan de viabilidad acordado por el consejo de administración el pasado mes de septiembre al objeto de reflotar la compañía, que cerró 2009 con pérdidas por valor de 52,2 millones de euros y arrastra pasivos de más de 136 millones de euros. Los términos del plan de viabilidad, de hecho, comprendían la reducción del coste salarial que afronta la empresa, la congelación del volumen de la plantilla y la externalización de las líneas más ruinosas.