Los primeros testigos en el juicio por el saqueo del Palau reconocen operaciones sospechosas

Trabajadores y responsables contables del Palau de la Música, los primeros testigos citados por el juez que investiga el desvío de fondos en esta institución, han reconocido hoy la existencia de una doble contabilidad y de operaciones económicas sospechosas, como la compra de un lingote de oro.

Ante el juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, que investiga el saqueo del Palau de la Música, han sido citados hoy a declarar el empresario Manuel Bertrand, que ostentó el cargo de contador del Orfeó Català, la ex jefa de contabilidad del Palau, Rosalía Inglés, y dos empleados de la institución cultural.

Según fuentes judiciales, las declaraciones de los testigos han alimentado los indicios de irregularidades en la gestión económica del Palau destapadas a raíz de la investigación judicial y la existencia de una doble contabilidad, en la que se manejaba abundante dinero negro.

Una de las operaciones sospechosas la ha relatado un conserje del Palau de la Música a quien Elisabet Barberà, secretaria personal de Fèlix Millet, entregó 24.000 euros en efectivo para que comprara un lingote de oro.

El conserje, Xavier Español, ha sido citado a declarar como testigo junto al jefe de sala del Palau de la Música, Juan Ramon Bagués, porque ambos figuran como las personas que cobraron los jugosos cheques con los que presuntamente se perpetró el desvío de fondos y que pusieron a la Agencia Tributaria sobre la pista del desvío, al haberse pagado en billetes de 500 euros, que se suelen utilizar en operaciones de blanqueo de capitales.

Otra de las testificales relevantes de hoy es la de Rosalía Inglés, que era jefa de contabilidad del Palau de la Música antes de que en 1994 se nombrara directora financiera a Gemma Montull, y que ha corroborado que en la institución se pagaba a final de mes con "sobres" de dinero en efectivo.

Según su versión, esas entregas en metálico, que entre otros recibió el ex tesorero Enric Alvarez y antiguos cargos del Palau ya jubilados, se camuflaban como pagos de la Fundació Palau de la Música al Orfeó Català, institución que no estaba auditada y que, presuntamente, fue una de las principales fuentes del dinero saqueado.

La antigua jefa de contabilidad, que quedó bajo las órdenes de Gemma Montull tras su desembarco en el Palau, ha asegurado que antes de su nombramiento como directora financiera la institución ya contaba con una "caja b" de la que procedían los pagos en metálico para algunos gastos corrientes y para remuneraciones por la captación de mecenas. Rosalía Inglés ha añadido que desde su puesto en el área de contabilidad del Palau tuvo en las manos la nómina de un millón de euros que Fèlix Millet se adjudicó en el año 2008, coincidiendo con el aniversario de la entidad, una astronómica remuneración que le sorprendió dado que la dirección alegaba que no había suficientes recursos para subir el sueldo a los trabajadores del centro.

De las declaraciones prestadas hoy por los testigos se desprende también que Fèlix Millet tenía en sus manos todo el control económico de la Fundación Palau de la Música y del Orfeó Català y que el papel de los tesoreros y otros responsables de supervisar las cuentas de esas entidades era meramente testimonial.

En ese sentido, Bertrand ha explicado que como contador del Orfeó Català -cargo similar al de tesorero-nunca tuvo responsabilidad sobre las cuentas de la entidad, nutrida de fondos públicos, y que Millet se las presentaba una hora antes de las reuniones en que éstas debían aprobarse.