Un generador, la nevera y el móvil

El runrún del generador suena desde la calle. La persiana del garaje está levantada. Aún así huele mucho a gasolina. "Por las noches lo apagamos. Eso es gas, como el de los coches", advierte María González, de 53 años. Desde el lunes vive en casa de su hermana, en una urbanización apartada en Sant Feliu de Guíxols (Girona). Ese día se quedaron sin electricidad en todo el pueblo de 21.000 habitantes a causa del temporal de nieve. El martes recordaron que tenían un generador de electricidad. Y lo enchufaron en la entrada del garaje. Cuatro personas tienen una vida más o menos decente gracias a él, aunque son conscientes de que la combustión del aparato puede ser peligrosa. Fue el humo de un generador de luz lo que provocó la muerte de una mujer de 40 años ayer por la tarde por intoxicación en Ultramort (Baix Empordà), unas de las zonas que sufre la falta de suministro eléctrico. Más de un centenar de personas se han intoxicado desde el lunes por la mala combustión de estufas, braseros y generadores.

El aparato que ha rescatado María es una máquina pequeña, cuadrada, con un depósito en la parte superior en el que se echa gasolina. Sirve el combustible normal de cualquier gasolinera, de 95 o de 98 octanos, según indica el propio artilugio. Ya cargado, tiene una potencia de 950 vatios. Para encenderlo se estira de una correa, como cualquier motor.

Han montado el campamento de supervivencia. Una mesa con leche, tostaditas de pan, mermelada, agua, queso... Y debajo, el cable rojo del generador del que penden otros tantos cables. "Tenemos la nevera, una lucecita, el congelador, el móvil...", enseña la mujer.

María se considera una privilegiada. Tienen un sofá y también una lumbre que les sirve para calentar la leche, cocinar y pasar el día más o menos en calor. "Si no fuese por el fuego pasaríamos hambre", cuenta, comiendo pipas y con el trasero pegado a la chimenea. Para los alimentos que requieren frío no hay problema. Los yogures se mantienen en la nieve. La familia es consciente de los peligros que entraña su generador. La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat ha aconsejado hoy que los ciudadanos aseguren la ventilación de las habitaciones si tienen estufas o braseros para calentarse en casa y que, si instalan generadores domésticos, lo hagan en el exterior.