Duran se defiende vertiendo sospechas sobre todos los partidos

Josep Antoni Duran i Lleida, líder de Unió Democrática, decidió ayer huir hacia delante ante las numerosas sospechas de financiación irregular que salpican a los democristianos y sus fundaciones afines. Su explicación fue exigua, y prefirió vertir sospechas sobre los otros partidos antes que aclarar las que pesan sobre Unió.

Duran ha visto como en dos semanas tres nuevos casos ponen otra vez en duda la transparencia de su partido: la Fiscalía del Estado investiga una trama de facturas falsas que, supuestamente, servían para financiar Unió; el Tribunal de Cuentas multó al partido con 271.000 euros por una donación anónima ilegal, y la Generalitat investiga la Fundación Catalana para las Relaciones Internacionales (Intercat), afín a UDC. En una entrevista a Catalunya Ràdio, Duran evitó ayer dar explicaciones sobre las irregularidades: se limitó a achacar la abultada sanción del Tribunal de Cuentas a "un error contable", y a asegurar que las donaciones anónimas que reciben las fundaciones afines al partido se deben a que "hay gente que quiere ayudar".

Dedicó sus esfuerzos principales a descargarse las culpas y lo hizo acusando a los demás partidos de esconder los ingresos anónimos, prohibidos desde 2007. "Cualquier ciudadano con medio dedo de frente sabe que es imposible que en España Unió sea el partido que más ayudas recibe. Eso quiere decir que hay quien lo hace bien y lo declara todo, como Unió, y otros lo hacen de otra manera", dijo Duran, citando expresamente a PP y PSOE. No tiene tan claro su transparencia el Departamento de Justicia, que investiga a Intercat por no entregar las cuentas de sus últimos tres años.

No acabó ahí la diatriba de Duran, que también dudó de la honradez del PSC porque La Caixa le condonó su deuda. "Nadie investiga si es delictivo o no, qué hay atrás", espetó. E intentó demostrar la supuesta transparencia de Unió: "Repase qué departamentos ha tenido UDC a lo largo de su historia", mandó a su entrevistador. Unió ha comandado históricamente dos departamentos en la Generalitat, cuando CiU tenía el poder: Trabajo y Turismo. La gestión "transparente" en Trabajo se puso en duda cuando el secretario general del Departamento en 1995, Josep Maria Servitge, fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por encargar informes inútiles para desviar fondos. Además, el fiscal reclama entre 7 y 11 años de cárcel para cinco dirigentes de Unió para desviar 595.972 euros destinados a la formación de parados. El paso de UDC por Turismo también dejó huella: nueve militantes están condenados por malversar entre 1993 y 1995 más de un millón de euros del departamento.

Las acusaciones de Duran indignaron a los demás partidos, que hace días que le exigen que se explique y esperan en balde. José Zaragoza, secretario de organización del PSC, respondió que al líder de Unió "ya le gustaría" que los problemas que tiene fueran comunes a todos los partidos. Zaragoza extendió las críticas a Artur Mas. "CiU tiene un problema con la justicia", dijo. Laia Ortiz, portavoz de Iniciativa, exigió a Duran que deje de usar "la técnica del ventilador" y dé "explicaciones detalladas". Joan Ridao, secretario general de Esquerra, achacó los problemas de Unió a su "borrachera propagandística".