Gallardón centra su discurso del Entierro de la Sardina en la crisis y el padrón de inmigrantes

Un año más el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha puesto fin al Carnaval con el tradicional discurso a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina. Gallardón, este año, ha centrado sus versos en la crítica a los ayuntamientos que impedían el empadronamiento a extranjeros, en la crisis y la gestión del Gobierno y en discretas e interpretables alusiones a su sempiterna rival, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.

"Un insensible le dijo: 'Fuera del padrón, querida, vos sois turista, inscribiros sería cosa indebida", recitó el alcalde en clara referencia al ayuntamiento de Torrejón que aplicaba una normativa municipal para impedir el empadronamiento a extranjeros con visado de turista. "¿Mas cómo negar doctor y maestro a quien cada día, llueve o truene, se afana en demostrar su valía? / Deshízose el tal infundio pero el sofoco crecía, pues no hay por qué ofender a la honrada extranjería (...)", continuó recitando el edil.

Los problemas económicos, como ya ocurrió el año pasado, fueron parte importante de su discurso. Y hablar de la crisis le ha sirvido al alcalde para aclarar, entre risas, que Aguirre no es Doña Cuaresma, lo que algunos interpretaron de su pregón de hace dos años. "Dejen de imaginar, que no merece la pena especular todo el año sabiendo quién es la fea / ¡La crisis, la crisis, ésa es la tal Doña Cuaresma, asesina de las alegrías que en estos días nos diezma!".

Pero por la cara que ponía el regidor, tanto al llegar como al recitar sus versos, parecía que no iba a importarle que algunos interpretaran, como cada año, que Aguirre planeaba sobre el discurso. "Y he aquí el drama de la / que soñó con saciar su hambre, / alegre y confiada en la Villa en / la que ahora se halla fiambre". ¿Quizá los últimos desencuentros que han dejado a Aguirre tocada ante Rajoy?

Pero también ha podido estar hablando de antiguas refriegas, en las que el propio Gallardón no salió nada bien parado. Precisamente cuando Aguirre lanzó un órdago a Rajoy que impidió que Gallardón pudiera ir en las listas al Congreso. Unos días, precisamente, en los que el regidor inaguró esta tradición del discurso del Entierro de la Sardina. "Pues le he de vengar quitando / la máscara a esa chavea / para que su identidad / de una vez el mundo vea". Una plan que suscribiría más de un gallardonista.

Gallardón se refirió también al centenario de la Gran Vía y criticó la política ante la crisis del Gobierno. "Fuese a rogar un empleo / al que mora en la Moncloa, / mas sólo diole subsidio el / expediente que incoa".

La crisis inspira el discurso de Carnaval de Gallardón