El Betis necesita una pretemporada
Tras una buena primera mitad, el Hércules mereció ganar cuando se desplomó
Jornada nefasta para el Betis. No sólo por su empate ante el Hércules, sino sobre todo por los resultados de sus rivales directos en la pelea en busca de la tercera plaza, la única a la que hoy por hoy puede aspirar este Betis al que Antonio Tapia ha dejado hecho unos zorros. Necesita el equipo una pretemporada porque resulta incomprensible que un grupo de profesionales, en líneas generales, se desfonde de una forma tan patente después de un primer tiempo en el que volvieron a aflorar las virtudes que Víctor Fernández exige a este equipo. Líneas más juntas, balón jugado, velocidad y desborde, características que en líneas generales permitieron al Betis pasar por encima del líder de la categoría, el Hércules, pero, al igual que en Córdoba, sólo durante un tiempo.
En esos momentos de inspiración, que suelen coincidir además con los mejores de Emaná, el Betis no pasó apuros en defensa, porque tuvo el balón, y además se adelantó en el marcador gracias a la única acción digna de Sergio García en todo el encuentro. Compitió el Betis y superó al Hércules, aunque, poco a poco, se fue desinflando.
Apenas hubo señales del equipo en la segunda mitad. Con el paso de los minutos fue reculando, hasta que el Hércules, que no contó con sus delanteros titulares, empató. No quiso hacer más sangre el conjunto alicantino, que se conformó con el empate mientras el aficionado bético lamentaba luego los resultados de Cartagena, Levante y Nástic. Seis puntos, en la octava posición, separan al Betis de su objetivo. No es mucho, si se valora con frialdad, pero bastante más si Víctor Fernández no es capaz de aumentar el rendimiento físico de sus pupilos. El reto es evidente, pues necesita mucho trabajo y el tiempo apremia, por más que esta Segunda División resulte interminable. Como también apremia la ansiedad para un Betis que tiene ya agotado el cupo de tropiezos.
Tampoco todos los rivales serán como el Hércules, un equipo con hechuras de Primera, que sabe a lo que juega y que acumula demasiada distancia, en sensaciones y puntos, a ese pelotón de equipos donde se encuentra el Betis. Ahora toca visitar al Recreativo y hacerlo con el objetivo inexcusable del triunfo. Y tocará ganar sin Emaná, el mejor futbolista verdiblanco, al que sus nervios jugaron una mala pasada con el partido finalizado. Decirle al árbitro que estaba loco le costará, al menos, un partido de sanción.
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