Desarticulada una red de explotación sexual en San Sebastián

Cinco personas han sido detenidas en San Sebastián por la Policía Nacional por integrar una red que captaba a mujeres jóvenes en Rusia con falsos contratos de trabajo a las que luego obligaban a prostituirse.

Según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en el País Vasco, aunque las investigaciones se iniciaron hace varios meses, la operación policial se llevó a cabo el pasado 25 de noviembre, cuando una de las mujeres víctimas de esta organización logró escapar y se presentó en la Comisaría de San Sebastián para denunciar que, tras ser captada en Rusia, había sido violada en San Sebastián.

Según las pesquisas, a estas mujeres se les ofrecía en su país natal contratos para trabajar en labores domésticas y en hostelería, pero cuando llegaban a España se les informaba de que habían contraído deudas de entre 1.500 y 2.000 euros, dinero que aumentaba cada día que no saldaban el pago.

Las víctimas eran alojadas en un "piso de seguridad" ubicado en la calle Carlos I del barrio donostiarra de Amara, donde se las amenazaba y coaccionaba para ejercer la prostitución en dos locales cercanos, Gau Txori y Marilín, y se les retiraba el pasaporte. Las mujeres, que recibían únicamente 20 euros semanales para comprar tabaco, son muy jóvenes, pertenecientes a familias desestructuradas, de escasos recursos económicos y sin conocimiento de idiomas, según precisa el comunicado de la Policía.

Aunque la operación se ha llevado a cabo en San Sebastián, la red introducía a las jóvenes en un circuito de locales de alterne y hacía que cambiaran de provincia cada cierto tiempo. Las víctimas no denuncaban su situación por miedo a sufrir represalias tanto ellas como sus familiares en Rusia.

Tras la denuncia presentada por una de las mujeres, un Juzgado de San Sebastián autorizó el registro de los locales Gau Txori y Marilín, así como la vivienda en la que se alojaba a las chicas bajo la supervisión de una de las encargadas, que fue detenida cuando salía de este domicilio en compañía de un hombre contra quien pesaba una orden de expulsión.

Dos de los arrestados son la bielorrusa Alena A., alias "Adriana", considerada principal responsable del grupo en San Sebastián y que al parecer tenía el contacto en Rusia para reclutar a las mujeres, así como su marido José Ignacio I.T., encargado de recibir en distintos aeropuertos a las jóvenes y de trasladarlas al piso de la calle Carlos I.

Ambos están acusados de los delitos de detención ilegal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro contra los derechos de los trabajadores y delitos relativos a la prostitución. La Brigada Provincial de Extranjería también arrestó a tres mujeres que se encargaban de controlar a las chicas. En esta misma operación fueron detenidas también cinco mujeres que trabajaban en esos locales de alterne por encontrarse en situación irregular en España.

En los registros, los agentes se incautaron de los pasaportes retirados a las chicas, diversa documentación, 3.500 euros en efectivo, teléfonos móviles y numerosos listados en los que se controlaban las actividades de las víctimas.

La Policía busca ahora al presunto autor de la violación denunciada por la mujer que consiguió escapar, un ciudadano ucranio que estaba en Guipúzcoa por asuntos laborales y reside en la provincia de Barcelona.