Tres peritos creen que el explosivo de los islamistas de Barcelona no servía para fabricar una bomba

Tres agentes de la Guardia Civil que han comparecido hoy como peritos en el juicio a 11 supuestos islamistas acusados de planear un atentado en el metro de Barcelona han asegurado que el material que se les incautó no era suficiente para provocar una explosión de grandes proporciones. "A lo mejor si le pones metralla y perdigones y tienes la mala suerte de que te dé en un ojo, sí que te mata", ha respondido uno de los agentes a la pregunta de la defensa de si un artefacto confeccionado con la sustancia intervenida -18 gramos de nitrocelulosa y perclorato potásico- podría ser letal.

En los registros que siguieron a las detenciones, el 18 de enero de 2008, de diez paquistaníes y un indio acusados de preparar una serie de atentados suicidas se halló una pequeña cantidad de polvo blanco que, según los peritos, corresponde a la pólvora contenida en ocho bengalas, cuyos tubos vacíos se encontraron en otro lugar.

Uno de los peritos ha señalado que este tipo de material pirotécnico está catalogado como "de los más accesibles"; y los otros dos han explicado que, aun compactada en un recinto cerrado, este tipo de sustancia sólo explotaría si se uniera a un "detonador fuerte", para el que haría falta "una carga explosiva muy potente". Según relató el testigo protegido conocido como F1 -en cuya declaración se basa la acusación del fiscal, ya que supuestamente pertenecía a la célula hasta que se arrepintió y delató al grupo a la Policía-, el plan era realizar atentados suicidas mediante equipos de dos personas que llevarían las bombas dentro del tren y otra que las haría explotar desde el andén con un mando a distancia.

Un "ensayo"

Sin embargo, entre los objetos presentados como pruebas en el juicio, se encuentran las carcasas de dos relojes de cocina que se hallaron en una bolsa de basura acompañados de pilas, cables y otros objetos, y que según el fiscal se habrían usado como temporizadores para las bombas. "Es completamente distinto un mando a distancia de un reloj de cocina, ¿no?", ha preguntado uno de los abogados de la defensa al perito que había analizado estos efectos y que ha afirmado que se trataba efectivamente de mecanismos diferentes.

También refiriéndose a los supuestos temporizadores, de los que sólo se han encontrado las carcasas, el letrado ha recordado que "son relojes que hacen ruido porque su función es que se oigan mientras se cocina" y ha añadido en tono jocoso: "¿Así que la bomba haría tic-tac como las de las películas?".

Las declaraciones realizadas hoy por los peritos corroboran la que ofreció ayer el agente que instruyó el atestado, que afirmó que, dada la escasa cantidad de explosivo que se les intervino, la Guardia Civil "maneja la hipótesis" de que los 11 detenidos -para los que el fiscal pide entre 9 y 18 años de cárcel y que llevan casi dos años en prisión provisional- sólo iban a hacer un "ensayo".