Castelldefels sanciona a 64 personas por ofrecer o demandar servicios sexuales

La prostitución en Castelldefels (Baix Llobregat) no ha acabado con el cierre de sus macro prostíbulos. La clausura de los burdeles Riviera y Saratoga permanecerá al menos hasta marzo, investigados por delitos de inducción a la prostitución y tráfico ilegal de personas. Sin embargo, la demanda de servicios sexuales de pago no disminuye. En la calle o en pisos clandestinos, la prostitución continúa. El Consistorio quiere poner coto a estas prácticas, y por ello aprobó hace un mes la ordenanza de civismo de la localidad.

En el primer mes de puesta en marcha de la normativa, la Policía Local ha interpuesto 64 denuncias por demanda u ofrecimiento de servicios sexuales. La ley, que se ideó para acabar con los burdeles en la localidad tras los cierres de Riviera y Saratoga, prohíbe la instalación de prostíbulos en Castelldefels y persigue la proliferación pisos que ejercen de burdeles clandestinos. Tres viviendas en las que se practicaba sexo de pago han sido clausuradas.

La prostitución ocupa la mayoría de sanciones interpuestas durante el primer mes de aplicación de la ordenanza de civismo de Castelldefels. Otras infracciones también han acumulado numerosas denuncias: 44 ciudadanos han tenido que pagar una multa por dejar restos de la poda de sus jardines en la vía pública; 28 han sido sancionadas por infracciones en la tenencia de animales, básicamente por no recoger excrementos de perros o llevarlos sin atar por la calle. Orinar y beber en la vía pública y el ruido excesivo son las otras conductas incívicas que sanciona la normativa. Las sanciones por incumplir la ordenanza de civismo suponen entre 750 euros y 3.000 euros de multa.