Un psiquiatra sostiene que De Juana no puede ser extraditado por las secuelas de su prisión
El juez decide mañana si accede a la petición de España para que sea juzgado por supuestos delitos de terrorismo
Un psiquiatra británico sostuvo ayer en el tribunal de Belfast que el etarra Iñaqui de Juana Chaos, reclamado por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo, no debería ser extraditado porque sus 21 años en prisión le han dejado estrés post traumático, depresión y agotamiento. El doctor Adrian Grounds, psiquiatra forense del Hospital Mental de Cambridgeshire y Peterborough, es especialista en evaluar la salud mental en las prisiones y coautor de un estudio sobre los efectos a largo plazo de la prisión en presos republicanos norirlandeses y sus familias.
La posible influencia de su testimonio pareció quedar disminuida después de que, a preguntas de la fiscalía, admitiera que De Juana está en condiciones de ser procesado en el Reino Unido y que no tiene motivos para pensar que la asistencia psiquiátrica que puede recibir en España no fuera la correcta.
El doctor Grounds fue convocado a declarar por los defensores de De Juana pero aclaró a petición del juez que su testimonio era imparcial y que no tenía por objetivo defender al acusado.
En la última vista del caso, que terminará hoy y cuya decisión probablemente se hará pública en una o dos semanas, el defensor del etarra, Edward Fitzgerald, sostuvo que no debería ser extraditado porque las acusaciones se basan en lo que publicó un periódico "y le apuesto a su señoría que nunca ha tenido un caso basado en una información de prensa". Además, en su opinión, se trata de un caso político porque el juez español actuó a instancias de las víctimas de ETA en un momento de gran polémica en España porque De Juana había salido de prisión antes de cumplir los 30 años de cárcel a los que fue condenado por 25 asesinatos.
Asimismo, consideró que De Juana corre el riesgo de suicidarse si vuelve a ser encarcelado y el juez ya ha declarado que no le va a conceder la libertad condicional. El psiquiatra Grounds concluyó tras entrevistar a De Juana dos veces por un total de ocho horas que no tiene dudas de que sus denuncias de haber sido torturado al ser detenido en 1987 y durante sus estancia en prisión son ciertas. Aunque sostuvo que el etarra "no es un hombre psicológicamente débil" y que el suicidio como una derrota, si fuera entregado a España podría volver a ponerse en huelga de hambre y dejarse morir porque se tipo de suicidio lo contempla como una victoria.
El fiscal, Stephen Ritchie, argumentó que no se pueden cuestionar las garantías del sistema judicial en España, subrayó que las últimas denuncias de malos tratos de De Juana fueron en 1997 y que el juez ha de decidir en función de la situación actual, no la del pasado, y que las acusaciones de abuso de proceso alegadas por la defensa se basaban en su visión del fondo del asunto, algo contrario a la Orden Europea de Extradición.
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