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Condenado a 73 años de cárcel el 'violador del chándal'

El hombre fue juzgado por ocho agresiones.- Deberá indemnizar a las víctimas

El conocido como el violador del chándal, Andrés Mayo, de 41 años, pasará 73 años y 228 días a la sombra. Deberá, además, pagar a sus víctimas indemnizaciones que van de los 2.000 y los 16.000 euros.

Así lo ha dictaminado la Audiencia Provincial de A Coruña, que le hace responsable de, entre otros delitos, cuatro violaciones, dos agresiones sexuales consumadas y otras dos en grado de tentativa.

Tampoco se ha librado de la condena por una falta de lesiones, tres robos y un delito contra la integridad moral, por los insultos racistas a una de las agredidas. Mayo deberá permanecer alejado más de un kilómetro de cada una de sus víctimas durante diez años.

A Coruña no había sido su único campo de actuación. En 1991 consumó 11 agresiones sexuales en León y Asturias, de las que sólo cumplió 12 por buen comportamiento. Prácticamente todas las agresiones por las que se le condena tuvieron lugar con el mismo modus operandi, cuando las víctimas (en su mayoría menores de 30 años) salían de noche de su trabajo y en el portal de su vivienda, donde eran sorprendidas por la espalda.

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La sentencia hecha pública esta mañana considera que Andrés Mayo fue identificado como su agresor por varias de las chicas y destaca aspectos como su coincidencia al relatar que tenía unas "manos grandes" o al reconocerlo algunas de ellas por su voz. También tiene en cuenta la huella dactilar del procesado encontrada por agentes de la Policía Nacional en el portal donde se cometió una de las agresiones, así como los restos de ADN descubiertos el lavado vaginal practicado a una de las víctimas de violación.

Las dos abogadas de la acusación están satisfechas con la sentencia. "Es ejemplar y contundente", dice Inmaculada Fraga, para quien el procesado, "de verdad ha de cumplir la pena". En alusión a la anterior sentencia de la que sólo cumplió 12 años de los más de 100 a los que fue condenado.

Por su parte, Andrés Mayo, para el que la defensa había pedido la libre absolución, ha negado los hechos que se le imputaban y ha atribuido su detención a lo que define como su "asqueroso pasado", en referencia a sua anterior condena.

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