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El tripartito cree que su proyecto de ley del Cine garantiza la libertad de escoger de los consumidores

CiU se muestra cautelosa ante la norma, y el PP la critica por "intervencionista"

Es difícil encontrar una película en catalán en la cartelera de hoy de Barcelona. Y eso que la oferta no es escasa: se anuncian 59 películas en 26 cines. Presente en algunos documentales y unas pocas salas minoritarias, el catalán es testimonial. A ese hecho se han agarrado hoy los partidos que conforman el Gobierno tripartito para defender el proyecto de Ley del Cine que está ultimando el Ejecutivo catalán, que pretende lograr que al menos la mitad de las películas dobladas o subtituladas lo estén en catalán. Y que prevé duras sanciones para quien no cumpla.

"Es una garantía del derecho a decidir de los consumidores" sobre el idioma en el que quieren ver las películas, defendió Anna Simó, la portavoz parlamentaria de Esquerra Republicana (ERC), el partido que dirige la consejería de Cultura. Socialistas y ecosocialistas han respaldado la misma tesis, mientras que Convergència i Unió se ha mostrado cautelosa. El Partido Popular, en cambio, ya ha anunciado que no le parecen bien las medidas sancionadoras.

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Menos de un 3% en catalán

Simó recordó que, actualmente, menos de un 3% de las películas se proyectan en catalán, y celebró que el proyecto de ley pretenda eliminar "la desigualdad que había entre las dos lenguas oficiales" de Cataluña. "Por fin se quiere corregir esta situación", ha asegurado Simó, "tras 30 años de autogobierno". Simó espera que el Ejecutivo envíe el proyecto al Parlamento el próximo enero "como muy tarde". De hecho, la ley del cine, junto con la de consultas populares, es una de las normas que la cámara catalana intentará aprobar antes de agotar este último curso de la presente legislatura, y que ERC tratará de presentar ante sus electores como resultado de su labor en el tripartito.

Tanto Dolors Camats, de Iniciativa per Catalunya, como Joan Ferran, del Partit dels Socialistes, han coincidido con Simó. Ferran ha calificado el proyecto como "un instrumento muy útil para dar igualdad de oportunidades a la lengua catalana", y ha subrayado que eso se hará "sin entrar en contradicción con las majors", es decir, las distribuidoras de cine.

Precisamente la negativa de éstas a asumir los costes del doblaje de sus películas al catalán fue uno de los escollos que hicieron fracasar los intentos del Gobierno de CiU de normalizar el catalán en los cines, hace ahora diez años. El portavoz de los convergentes, Oriol Pujol, ha evocado esas dificultades para mostrarse cauto con el intento del tripartito. La ley "puede ser un brindis al sol", ha opinado. No ha querido valorar, sin embargo, la dureza de las sanciones que prevé el proyecto, aunque ha subrayado que éstas no pueden constituir el núcleo de la norma.

"Nosotros preferimos las medidas incentivas en lugar de las represivas" para fomentar el catalán, ha dicho en la misma línea Dolors Montserrat, del Partido Popular. Por eso, ha criticado el proyecto de ley por "intervencionista". Esta "no es una buena manera de fomentar el catalán en el cine", ha añadido.

Los actores de doblaje catalanes piden "ir más allá"

La Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña (AADPC) ha pedido hoy que el anteproyecto de Ley del Cine vaya "más allá" y concrete el reparto del 50% de filmes en catalán, que pueden ser doblados o en versión original subtitulada, en una apuesta por un 50% de doblaje en catalán.

El vicepresidente de la asociación, Alex Casanovas, ha manifestado a Efe su inquietud ante la poca concreción que ofrece el anteproyecto y que deja un margen amplio a las distribuidoras a apostar por la V.O., una medida que les resultaría "mucho más fácil", afirma.

La mitad, doblada

En concreto, el anteproyecto de ley divulgado por el departamento de Cultura de la Generalitat regula que la mitad de los filmes con más de dieciséis copias, ya sean doblados o subtitulados, se distribuyan en versión catalana.

Más moderados que en su última valoración del pasado mes de marzo, en la que aseguraron que la nueva ley perjudicaba "gravemente" a su sector, la AADPC pide a la Generalitat una mayor preocupación por el sector,

al que tienen "muy descuidado".

"Pedimos una paridad real con el doblaje en castellano. Lo ideal sería establecer los porcentajes de doblaje y los de subtítulos y si consiguiéramos que el doblaje catalán representara el 50%, estaríamos muy contentos", ha indicado Casanovas, para quien un 35 o 40% de doblaje en ambas lenguas y un 20 o 30% para las V.O. sería una situación aceptable.

Oportunidad para los actores

De aprobarse en estas condiciones, la ley sería una "verdadera" oportunidad para los actores de doblaje que, ahora, sólo reciben trabajo de la televisión pública catalana y de algunas películas taquilleras o infantiles.

En este sentido, Casanovas ha recordado que un "amplio sector" de los actores catalanes, en torno a la mitad de los 500 asociados al colectivo, viven exclusivamente del doblaje.

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