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Las autonomías del PP rechazan el modelo de financiación pero aceptarán el dinero

El PSC busca el apoyo de sus socios de Gobierno en Cataluña para certificar el pacto. ERC ve avances, pero lo considera insuficiente

La necesidad acuciante de las comunidades autónomas de disponer de recursos para satisfacer las demandas de sus ciudadanos hará previsiblemente que acepten la cantidad que el Gobierno les asigne en el nuevo modelo de financiación autonómico aunque lo rechazan. Esta es la previsión que sale de la dirección del Partido Popular cuando se está en la víspera de conocer cifras y modelo.

Todas las autonomías, del PP y del PSOE, están a la espera de que la vicepresidencia económica les comunique, una a una, cuál es la cantidad que se les asigna y que tendrá que ser sometida a votación la próxima semana en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. De momento, el responsable de economía del PP, Cristóbal Montoro, adelanta que las autonomías gobernadas por su partido no están satisfechas y aunque no hay instrucciones desde la dirección nacional es muy probable que rechacen el modelo. Ahora bien, la necesidad es tan grande que previsiblemente en una fase posterior a ese Consejo, cuando se reúnan bilateralmente las conferencias sectoriales entre el Gobierno y cada Comunidad Autónoma, éstas acepten el dinero que se les ofrece.

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De lo que no hay dudas es del voto negativo del Partido Popular en el Congreso y en el Senado cuando la Ley se someta a votación. Lo cierto es que desde el Gobierno la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, insiste en que el acuerdo "ya casi se toca con los dedos". Para la consecución del mismo, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, trata de cuadrar las peticiones de las comunidades autónomas con la disponibilidad de recursos.

Este compás de espera ha levantado la inquietud de todas las autonomías, que aguardan a que se les comunique qué parte de la tarta les corresponde. Y no esperan en silencio sino que todas apuran los últimos momentos para reivindicar en alto sus aspiraciones. Ahora mismo, la mayoría de ellas ponen en el mismo nivel de exigencia tanto la cifra como "el modelo". Esto es, quieren conocer qué garantías se establecen en el nuevo instrumento de financiación de que en años sucesivos se mantendrá el mismo nivel de financiación.

Negociación en el tripartito catalán

El presidente de ICV y consejero de Interior y de Relaciones Institucionales, Joan Saura, ha explicado que el acuerdo de financiación con el Gobierno central, si bien todavía no puede darse por cerrado, sí está ya ""muy cerca". "Esperamos que este fin de semana se reanuden los contactos" para cerrar los flecos "que todavía quedan pendientes y podamos cerrar el acuerdo en los próximos días o incluso en las próximas horas", dijo el dirigente ecosocialista, que ha comparecido en una rueda de prensa acompañado del secretario general de ICV, Joan Herrera. Uno de los principales escollos es cuánto dinero se destina a la cesta de la solidaridad para que todos los ciudadanos, independientemente de donde residan, puedan acceder a los mismos niveles de sanidad, educación y servicios sociales.

El Gobierno central propone que se destine el 80% de todos los ingresos autonómicos; la Generalitat, entre el 65% y el 75%. El acuerdo se perfila en el 75%, según fuentes de la negociación. Otro aspecto que el Gobierno catalán quiere amarrar al alza antes de dar el "sí" definitivo al acuerdo es la cifra, especialmente la del primer año, aunque el Ejecutivo de José Montilla prima el modelo. Y, precisamente, el compromiso fraguado anoche por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el consejero catalán de Economía y Hacienda, Antoni Castells, ya deja a Cataluña por encima de la media en cuanto a recursos per cápita de las autonomías, según ha reconocido Saura.

El objetivo a corto plazo es estar cinco puntos por encima; hoy Cataluña está seis por debajo. Este hecho facilita el acuerdo sobremanera, junto al compromiso de alargar un año más, hasta cuatro (2012), la puesta en marcha gradual del nuevo modelo. Castells ha llamado a la prudencia desde primera hora de la mañana. Tras conocerse anoche el principio de acuerdo con Salgado, la Generalitat quiere hoy bajar de marcha. Si bien no hay un pacto sellado, el mismo Castells apuntaba ayer que, aunque haya flecos a tratar, el entendimiento es claro. Pero el departamento de Economía de la Generalitat ha emitido un escueto comunicado en el que "niega rotundamente" que haya pacto alguno. No se desmiente la reunión que mantuvieron ayer Salgado y Castells.

La difusión de este principio de acuerdo por parte de ELPAÍS.com provocó los recelos de los compañeros de Gobierno del socialista Castells: Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Esquerra Unida (ICV-EUiA). Tanto es así que a primera hora de la mañana, y tras informar al presidente Montilla, Castells se reunió con los principales dirigentes de Iniciativa-Esquerra Unida en el mismo Palau de la Generalitat y, a mediodía, con los de Esquerra Republicana. Y es que la proximidad del compromiso por la financiación autonómica coge a contrapié a ERC, cuyo presidente, Joan Puigcercós, se aventuró hace unos días a fijar un límite: 3.800 millones de euros en el tercer año. La Generalitat insiste hoy en subrayar que "la negociación se mantiene" e insiste en los flecos.

"Lo importante es que lleguemos a un buen acuerdo, y éste se puede conseguir con una cierta gradualidad", admitió ayer por la mañana el consejero Castells. "Si el modelo es bueno, no haremos de esto un casus belli", añadieron fuentes del Departamento de Economía. Sobre esta base, y tras consolidar más de 3.000 millones de euros adicionales para Cataluña a partir del tercer año, Castells y cerraron anoche en una reunión en Madrid lo que fuentes de la negociación calificaron de "principio de acuerdo". Ahora es el momento de la diplomacia entre los socios del tripartito.

ERC ha declarado que el domingo decidirá su postura. Ve avances, pero los considera insucientes.

El presidente del Gobierno mantiene la intención de convocar la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera la próxima semanaVídeo: AGENCIA ATLAS

Zapatero: "El acuerdo de financiación está en la recta final"

Hasta la cumbre del G-8 llegan los ecos de la financiación autonómica. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que participa en el encuentro, ha asegurado que vivimos "cerca del acuerdo, de un acuerdo que mejorará la financiación de todas las comunidades". Zapatero ha destacado que con el nuevo marco aumentarán la capacidad de los recursos para la educación y la sanidad de todas las comunidades. Particularmente, el presidente ha querido destacar el caso catalán: "Estoy convencido de que será un acuerdo satisfactorio para Cataluña que mejorará posiciones en relación con una posición relativa que no era la adecuada, como otras, como la balear, que estaba en una desiglualdad evidente", ha remachado Zapatero.

Para el presidente del Gobierno hay dos objetivos fundamentales: "Primero, que las comunidades tengan más recursos; segundo, que el modelo sea más equitativo. Igualdad en la prestación de servicios a los ciudadanos y una equidad en la financiación per cápita de los ciudadanos". De todas formas, Zapatero se mostró prudente a pesar de indicar que se encara "la recta final". El Gobierno central reitera el objetivo de cumplir el plazo del 15 de julio para convocar el Consejo General de Política Fiscal y Financiera.

Zapatero intentó hacer un poco de pedagogía para dar a entender las nuevas reglas de juego. "Unas comunidades han aumentado su población en 1,2 millones de personas, otras en 40.000, algunas no han crecido", ha remarcado el presidente. Zapatero fue al tuétano de la cuestión y avanzó que "Cataluña y Andalucía van a tener bastante más recursos porque su población ha crecido mucho, más la de Cataluña, y su financiación per cápita estará en términos muy racionales". Con todo, Zapatero se mostró esparanzado de obtener "luz verde" para su proyecto una vez se conozca el texto. El presidente del Gobierno dio por descontado que habrá muchas interpretaciones y previsiones de cifras, sobre las que pide prudencia a la hora de hacer prospecciones y valoraciones.

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