Cae una red que robaba coches y los vendía en Argelia
Los 19 detenidos cometían entre cinco y 10 delitos diarios
La Guardia Civil y los Mossos D'Esquadra, en una operación conjunta llevada a cabo en Barcelona, Valencia y Jaén, han desarticulado una organización delictiva dedicada a robar vehículos y venderlos en Argelia, y a asaltar a conductores en autopistas entre Girona y Alicante.
Durante el transcurso de la operación los agentes han detenido a 19 personas (18 argelinas y una española), a las que se les imputan más de 150 delitos por asociación ilícita, robo de vehículos, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas, robos y hurtos.
Varias unidades de ambos cuerpos policiales han practicado de forma simultánea 13 registros domiciliarios donde han intervenido armas de fuego, vehículos sustraídos y gran cantidad de material procedente de robos.
Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2008, cuando se detectó la presencia de una organización formada por ciudadanos de origen argelino que sustraían vehículos de alta gama, aún sin matricular, que se hallaban estacionados en campas o explanadas dedicadas al almacenamiento de vehículos, especialmente en puertos marítimos de Cataluña y de la zona de Valencia.
Una vez sustraídos, les colocaban placas de matricula igualmente robadas en la campa o en sus inmediaciones. A continuación los trasladaban a garajes de la organización o los estacionaban en la calle hasta que la red se proveía en Francia de una documentación y de matrículas aparentemente legales. Posteriormente, los vehículos eran conducidos por carretera a puertos del sur de la Península, donde eran embarcados con destino a Argelia.
Entre 5 y 10 delitos diarios
Otra actividad delictiva del grupo, que estaba distribuido en células de entre 2 y 4 hombres, consistía en robos y hurtos al descuido en la autopista AP-7 (desde Girona hasta Alicante). A bordo de uno o dos vehículos, los delincuentes recorrían la autopista donde perpetraban entre 5 y 10 delitos diarios.
Su manera más habitual de actuar consistía en pinchar una rueda a vehículos de turistas que se encontraban estacionados en áreas de servicio o descanso. Cuando los conductores emprendían la marcha sin haberse percatado del pinchazo, los delincuentes, con una señal, les indicaban la incidencia. Al detenerse el conductor para revisar la avería, aprovechaban para desvalijarles. En sus fugas circulaban en sentido contrario y realizaban cambios de sentido en la autopista por zonas no habilitadas.
Entre el material intervenido figuran 42 vehículos sustraídos, un revólver del calibre 38, una pistola del 7,65 y diversa munición.
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