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Ni hablar ni aplaudir ni arrojar objetos ni exhibir pancartas

La Asamblea de Madrid reabre con condiciones su tribuna de invitados tras dos sesiones de veto

La presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez (PP), ha levantado hoy la suspensión de la entrada de invitados a las sesiones plenarias, que regía desde el 13 de mayo, aunque con una lista de fuertes condiciones: no podrán ni hablar, ni aplaudir, ni arrojar objetos ni exhibir pancartas y, si alguien es desalojado del hemiciclo por alterar el orden, no podrá volver nunca más en toda la legislatura. Es más, el grupo que haya avalado su entrada será sancionado y no podrá invitar a nadie más durante los dos plenos siguientes al altercado. La entrada de personal ajeno al Parlamento regional ha estado vetada en las dos últimas sesiones, según el PP para evitar altercados en los debates y, según la oposición, para silenciar la crítica al Gobierno regional.

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La presidenta de la Cámara asegura que las medidas persiguen "una mayor implicación del público y los grupos parlamentarios en el mantenimiento del orden en la tribuna". Esto se traduce en que, a partir del pleno del próximo jueves, 4 de junio, los ciudadanos que quieran asistir al Parlamento madrileño deberán además firmar a su llegada un escrito en el que se dan por enterados de las reglas que han regir su comportamiento durante las sesiones y de las "responsabilidades penales" en las que podrían incurrir si las vulneran.

En el reverso del documento que los invitados tendrán que firmar figura el artículo 137.2 del Reglamento de la Asamblea, que señala a la presidenta como responsable del mantenimiento de la disciplina, el orden y la cortesía parlamentaria, y el 497 del Código Penal, que se refiere a la perturbación del orden en los parlamentos". Entre las normas de comportamiento, figura que los invitados no podrán hablar, ni realizar manifestaciones de aprobación o rechazo como aplaudir, ni arrojar objetos como octavillas ni exhibir pancartas.

Con "carácter intimidatorio"

Si el ciudadano, pese a ello, altera con su comportamiento el orden de la sesión y resulta expulsado, no podrá volver a asistir como invitado en toda la legislatura y el grupo parlamentario que haya cursado su invitación será penalizado con dos plenos sin poder invitar a nadie. Las portavoces del PSOE e IU en la Asamblea, Maru Menéndez e Inés Sabanés, no han tardado en criticar las nuevas normas por el "carácter intimidatorio" que observan en ellas.

Además, la voz de los socialistas en la Asamblea se ha mostrado convencida de que esas condiciones tendrán un efecto disuasorio y de que, a partir de ahora, serán menos los ciudadanos que se planteen asistir a la tribuna. Sabanés ha ido más allá y ha opinado que acudir al Código Penal y a la penalización da "muestras de la precariedad que se vive en la Asamblea". El portavoz del PP, David Pérez, ha dicho sin embargo que espera que las condiciones estipuladas por la presidenta sean "eficaces contra el uso partidista de la tribuna de invitados que hacen el PSOE e IU". Pérez ha defendido que dicha tribuna debe ser el "espacio de los ciudadanos" y que la oposición debe dejar de "apropiarse" de ella para su "estrategia de desestabilización".

Rodríguez, que ha comunicado hoy esta decisión a la Junta de Portavoces, suspendió de forma temporal el acceso de invitados a los plenos el pasado 13 de mayo, a raíz de los incidentes ocurridos durante la sesión del día 7. Esa tarde, varias decenas de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación de Empleo de las empresas Iveco-Pegaso, BP-Solar y ArcelorMittal increparon en el hemiciclo a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y fueron desalojados junto a un diputado del PSOE. En protesta, todos los escaños de la oposición quedaron vacíos. En la calle, los trabajadores expulsados se sumaron a otros que estaban manifestándose, rompieron el cordón policial y lanzaron tuercas y piedras contra el Parlamento. David Pérez ha descrito hoy estos hechos como "gravísimos" y un "atentado a la democracia y al orden".

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