Hillary Clinton ofrece a su marido a cambio de dinero

¿Quiere conocer a Bill Clinton, el popular ex presidente de Estados Unidos? Pues a lo mejor ésta es su oportunidad. Su mujer, la secretaria de estado Hillary Clinton ha comenzado una campaña promocional que tiene como premio nada menos que pasar un día con su marido. A cambio, los concursantes deben ayudarla a pagar los casi dos millones y medio de dólares que la ex senadora debe en concepto de gastos de la campaña electoral para ser candidata a la presidencia, que perdió ante Obama el año pasado.

Según informa la BBC, ha sido James Carville, el ex jefe de campaña de Hillary Clinton quien ha enviado un e-mail a sus partidarios con la ingeniosa oferta. Es tan fácil como donar cinco dólares y entrar en el sorteo de premios entre los cuales el más exclusivo es pasar todo un día con el ex presidente. Los otros: entradas para la final de American Idol, el O.T. estadounidense, y una comida en Washington con el mismo Carville, importante estratega que lleva años trabajando para el Partido Demócrata.

"Haga su contribución de cinco dólares ahora y hoy podría comenzar su camino hacia una de esas oportunidades que sólo se dan una vez en la vida", pone en el e-mail que ha enviado Carville. "Su contribución no sólo le da la opción de ganar uno de estos fantásticos premios, sino que también ayudará a nuestra querida amiga, Hillary Clinton, a pagar el último trozo de su deuda electoral".

De todas maneras, y como era de esperarse, el día con Bill Clinton tiene el panorama un tanto restringido. El ganador quedará con él en Nueva York y le acompañará a "varios eventos interesantes".

Ésta no es la primera campaña que llevan a cabo cercanos a la secretaria de estado para ayudarla a pagar su deuda, que partió siendo nada menos que de 25 millones de dólares. Gracias a varias ayudas de estrategas políticos, algunos tan importantes como Mark Penn, la ex candidata está a punto de terminar de pagarla. Y es que su cargo la imposibilita a realizar este tipo de eventos, pero se ve que sus leales ayudantes no le han dado la espalda.