Prisión para los sicarios que asesinaron al narcotraficante Leónidas Vargas
El juez ordena el ingreso sin fianza en la cárcel para los cuatro arrestados sospechosos de matar al capo colombiano en un hospital de Madrid
El titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid ha ordenado el ingreso en prisión provisional de los cuatro detenidos el pasado jueves como sospechosos del asesinato en el hospital Doce de Octubre de Madrid el pasado 8 de enero, de Leónidas Vargas, de 59 años, uno de los capos del narcotráfico más importantes del mundo.
El juez ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza de Jonathan F.E., Edgar Andrés O.F., Alexandre S.C. y Andrés A.C., tras haber pasado ayer a disposición judicial, han informado fuentes del Supremo. Los tres primeros han ingresado en la prisión de Soto del Real, mientras que Andrés A.C. fue conducido al centro penitenciario provincial destinado para jóvenes. El Juzgado número 32 de Madrid ha puesto la causa, que ha sido declarada secreta, a disposición del Juzgado número 17, el encargado de instruir el procedimiento.
-Material intervenido
A los arrestados -tres colombianos y un rumano- se les intervino en el momento de la detención dos pistolas y abundante munición, además de chalecos antibalas y pasamontañas.
El narcotraficante colombiano asesinado usaba las identidades de Leónidas Vargas Vargas y de José Antonio Cortés Vaquero, con las que no tenía antecedentes en España. Su nombre verdadero era José Antonio Ortiz Mora, nacido en Colombia en 1948. Fue asesinado el 8 de enero cuando estaba ingresado en una habitación de Hospital Doce de Octubre, donde había entrado unos días antes a causa de una dolencia estomacal.
Leónidas Vargas, que tenía antecedentes por falsificación de documentos, fue detenido en 2006 por agentes de la Policía Judicial en un hotel de Madrid por llevar un pasaporte venezolano falso. La Audiencia Nacional decretó entonces su ingreso en prisión, donde se le imputó un delito de tráfico de estupefacientes como principal implicado en una red de narcotraficantes. En el momento de su muerte su situación legal era de prisión provisional en domicilio y contaba con la autorización de acudir al hospital cuando fuera necesario.
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