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Carla Bruni convierte su romance con Sarkozy en un documental

El día de año nuevo se emitirá en la televisión francesa la película 'Somebody told me about... Carla Bruni' ('Alguien me habló de... Carla Bruni')

El año pasado, cuando el director George Scott recibió una llamada de su productor sugiriéndole hacer una película de una ex modelo que encontró el éxito al convertirse en cantante, no estaba demasiado convencido. Scott había oído hablar de la protagonista, pero no sabía si su historia fuera a resultar demasiado atractiva para el público.

Sin embargo, un par de meses después de aceptar el trabajo y presentar una propuesta de guión para el filme, Carla Bruni se convirtió en una de las mujeres más interesantes del mundo: salía con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

"Pensé que de ninguna manera iba a querer hacer la película en estas nuevas condiciones. De hecho, lo descarté completamente", recuerda Scott en una entrevista del periódico británico Sunday Times. Pero se llevó una sorpresa: Bruni le dijo que seguiría con el documental con toda la normalidad del mundo. "Seguimos con todo de la misma forma en que estaba planeado. La única diferencia fue que la próxima vez que fui a su casa, la policía estaba afuera".

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"No más sexo, no más drogas..."

El resultado de las doce horas de entrevistas que concedió Bruni a Scott fue una película en la que la primera dama francesa abre las puertas del palacio presidencial de Campos Elíseos con la misma normalidad con la que presenta sus otras dos residencias. En ella, Bruni revela varios secretos de su vida como modelo y cantante y entrega detalles inéditos de su fulminante romance con Nicolas Sarkozy, que derivó a los pocos meses en boda.

Somebody told me about... Carla Bruni comienza con una imagen de la primera dama en un descanso de las grabaciones de su último disco, en un estudio en París, en la que declara, entre risas: "No más sexo, no más drogas... sólo rock and roll".

Y, al parecer, así fue. La modelo y cantante italiana que salió con Mick Jagger y Eric Clapton, entre muchos otros amantes, conoció a Sarkozy en noviembre de 2007 durante una cena a la que no le importa referirse: "Sólo había ocho personas. Nicolas y yo nos sentamos uno al lado del otro y fue instantáneo, inmediato... No sé qué es lo que tiene, pero es algo protector que nunca antes había encontrado, quizás porque estaba acostumbrada a los artistas".

Tampoco evita recordar los primeros momentos de su romance con el presidente francés. "Entendía que la gente estuviera escandalizada cuando empezamos a salir porque los presidentes no salen con chicas y yo eso lo comprendo. Pero para mí era un mundo totalmente distinto, porque vengo del modelaje y la música... donde estamos acostumbrados a los noviazgos eternos, no es necesario casarse. Además, era la primera vez que un presidente se divorciaba: no suelen hacerlo porque no queda bien. Así que me imagino que Nicolas está llevando la vida de cualquier hombre normal de 50 años: puede divorciarse y casarse otra vez de una forma totalmente natural".

El bueno de Nick

En una de las escenas, la ex modelo aclara que su actual marido nunca la puso entre la espada y la pared. "Estoy contenta de que no me pidiera que eligiera entre la música y él porque habría sido una muy mala forma de empezar una relación. El amor no tiene nada que ver con el sacrificio".

Y, de alguna manera, en el documental se demuestra que el presidente francés no intenta competir con el trabajo de su mujer. En una secuencia, Scott filma a Sarkozy al llegar a casa, entrar a la habitación donde Carla se encuentra tocando la guitarra, acercarse a ella y besarla en el cuello. Acto seguido, el presidente le da la mano a cada uno de los miembros del equipo de rodaje y se presenta en inglés: "Soy Nick, encantado de conocerles".

"Te das cuenta cuando dos personas están enamoradas. Y cuando Nicolas y Carla están juntos no puedes dejar de notarlo", declara Scott en la entrevista del Times. "Después de media hora en la que estuvo escuchando a su mujer cantar, se levantó y dijo que le encantaría quedarse, pero que tenía que volver al trabajo: le esperaba nada menos que Barack Obama".

Compara la popularidad de Carla Bruni y Nicolas Sarkozy (lalistaWIP)

REUTERS

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