Las carreteras madrileñas estrenan señales

Hasta 60.000 nuevas señales de tráfico se implantarán en las carreteras de la Comunidad de Madrid con el fin de ofrecer "información clara" a los conductores, que podrán entenderlas "con un simple golpe de vista" y evitar así confusiones, despistes o errores que impliquen un riesgo, según ha anunciado esta mañana el consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría. Para simplificarlas, ninguna tendrá más de cuatro indicaciones. De paso, se les pondrá una eme roja con las estrellas del emblema autonómico, como ya hizo por ejemplo la Junta de Andalucía en sus vías. Se instalarán en toda la red viaria propia de la región -más de 2.600 kilómetros- durante los próximos diez años y, detalle importante, no supondrán coste alguno para los madrileños. Las primeras se colocarán en la M-45, la M-407 entre Fuenlabrada y Griñón y la M-501.

Una portavoz del departamento ha explicado a esta web cómo es posible que cambiar 60.000 postes y paneles tenga coste cero para el ciudadano. La razón está intimamente relacionada con las dos vías elegidas para iniciar el cambio: en la M-45, la M-407 y la M-501 serán las empresas privadas concesionarias, que se encargan de su mantenimiento, las que correrán con los gastos. En el resto de las carreteras, no se sustituirán ahora sino a largo plazo y conforme sea necesario cambiarlas porque estén viejas o estropeadas y entrará dentro de los presupuestos previstos para la conservación de carreteras. En las nuevas vías, se instalarán directamente las nuevas. El Gobierno regional tiene previsto realizar trabajos de mejora y renovación esta legislatura en más de 334 kilómetros.

La nueva señalización se denomina Vía M (de Madrid, se entiende) y su objetivo prioritario "es avanzar en materia de seguridad vial", ya que "una señalización confusa es un factor que induce al error y puede llevar a los conductores a realizar maniobras arriesgados, correcciones de trayectoria imprevistas o amagos con el consiguiente riesgo de accidente", ha señalado Echeverría. El problema de las señales confusas o incorrectamente situadas es público y nototio: un reciente estudio de la RACC indica que más de la mitad de los europeos tiene problemas para entender las señales de tráfico en zonas no familiares. En cambio, Echeverría promete que el nuevo modelo de señalización de Madrid es "más claro, sencillo y uniforme" y será "mejor apreciado por los conductores, incluso con un simple golpe de vista, de manera que se evite que la atención se separe del volante", ha dicho el consejero.

Concentrados en la conducción

La principal novedad es que "nunca se incluirán más de cuatro indicaciones de pueblos o ciudades en una misma señal de dirección para que el conductor pueda asimilar la información poco a poco en hitos sucesivos y permanezca concentrado en la conducción". La nueva señalización estará regida por la normativa europea existente, aunque se le ha añadido una imagen corporativa que deja bien claro la titularidad de la vía (de quién es y quién se encarga de su mantenimiento). El diseño de la nueva señalización incorpora una eme en color rojo con las estrellas blancas de la bandera madrileña que figurará en todas las denominaciones.

El nuevo indicativo se utilizará en las señales de dirección o carteles flecha, en los hitos kilométricos y en los cajetines de identificación de carreteras. En estos carteles se identificará con colores la categoría de cada vía, de tal forma que los 574 kilómetros de la red principal se asociarán al color naranja -por ejemplo la M-607 (Colmenar Viejo) o la M-500 (Carretera de Castilla)-, los 671 kilómetros de secundaria al verde -como la M-404- y el resto de la red local -en su mayoría las que están por la sierra-, al amarillo. Además de los elementos de señalización en las vías, Transportes identificará a los vehículos, maquinarias y empleados que realicen tareas de conservación en las carreteras.

Además del cambio de todas las señales, se llevará a cabo ya el año que viene "una auditoría general de la situación de las carreteras generales para comprobar que los itinerarios están bien señalizados y que se ofrece información clara a los conductores para evitar los errores y el riesgo". Esta auditoría se acomete como "respuesta a la demanda de los alcaldes de la región, que conocen bien los problemas de la red local y que han transmitido sus preocupaciones" a la consejería.