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El Gobierno contempla hacer trasvases cuando sean viables y sostenibles

De la Vega admite que el Ejecutivo realizará actuaciones sobre el agua cuando "cuando sean económicamente y medioambientalmente" asumibles

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha confirmado hoy que el Ejecutivo no descarta realizar trasvases entre cuencas hidrográficas "cuando sean económicamente y medioambientalmente viables". De la Vega ha respondido así al ser preguntada sobre la información que revela hoy EL PAÍS acerca de que Medio Ambiente acepta ahora los trasvases y que planea otro Tajo-Segura desde Extremadura.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha advertido de que el tema del agua es una "cuestión compleja", por lo que requiere "soluciones complejas". El Gobierno, ha añadido, está llevando a cabo actuaciones en este sentido con la certeza de que "ninguna solución es suficiente por sí misma" para paliar los efectos de la sequía. Por ello, ha recordado que el Gobierno está llevando a cabo medidas en varios campos como la desalación, la depuración, aquellas destinadas a mantener las políticas de ahorro del gasto o las obras hidráulicas. Y no ha descartado los trasvases: "Se harán cuando sean sostenibles", ha repetido hasta en dos ocasiones.

Según publica hoy EL PAÍS, el secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, admitió en público que el trasvase de agua del Tajo que pide el PP desde Cáceres al río Segura "es una posible buena opción". Aunque oficialmente el proyecto no está en estudio "para no quemarlo", la decisión está tomada y Medio Ambiente planea anunciar el trasvase antes de febrero. Esto explicaría la afirmación que ha hecho hoy De la Vega acerca de que, actualmente, "el único proyecto que está en estudio es del Ródano".

La declaración del alto cargo del Ministerio que dirige Elena Espinosa, representa un punto de inflexión en la errática política hídrica de este departamento, la tiempo que entierra el rechazo a los grandes trasvases que marcó la etapa de la anterior ministra, Cristina Narbona.

De este lado, Puxeu lamentó ayer que el Congreso anulara el trasvase del Ebro a Barcelona y asumió que "las desaladoras no son la panacea". "Gestionar el agua desde dogmas es un error en el que hemos estado inmersos los últimos años", remató en un acto de la fundación Ingeniería y Sostenibilidad al que asistieron responsables del agua de varias confederaciones hidrográficas, que parecieron satisfechos con sus palabras.

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