El mercado de Fuencarral echa el cierre en enero
Los dueños, que lo venden a un fondo inmobiliario, ofrecen a los comerciantes trasladarse a la sede de Valencia
El célebre mercado de Fuencarral, centro de ropa alternativa y de vanguardia que abrió hace 10 años y que revitalizó esta castigada calle de Madrid hasta convertirla en referente de la moda, cerrará sus puertas en enero de 2009. El propietario del edificio, Ramón Matoses, ha recibido una oferta de un fondo inmobiliario y ha decidido venderlo. Ahora, negocia con los comerciantes las indemnizaciones y les han ofrecido el traslado al nuevo Mercado de Fuencarral, que se inaugurará en diciembre... en Valencia. La decisión de Matoses coincide con los planes del Ayuntamiento de peatonalizar esta calle, considerada el Soho madrileño, lo que la revalorizará aún más. Se desconoce qué ocupará el lugar de este centro comercial de 3.000 metros cuadrados con más de 50 establecimientos, aunque se especula con una potente firma de ropa.
En diciembre el Mercado de Fuencarral cumplirá una década y éste ha sido el momento elegido por el propietario del edificio para hacer las maletas. Los motivos, según manifiestan fuentes de la dirección del centro, es la "renovación" y el "cambio de ciclo". "En su momento, hace diez años, éramos innovadores, marcamos las tendencias de la calle e hicimos lo que es hoy la calle Fuencarral. Pero ahora ya no somos la tendencia que éramos antes. Ahora, que estamos en el punto más alto, pensamos en reformarlo o dejarlo antes de que empiece el declive, y hemos apostado por lo segundo. Se puede decir que hemos muerto de éxito", apostillan los responsables del centro. No obstante, subrayan que el negocio no ha entrado en crisis, no tiene pérdidas y sigue funcionando. Asimismo, hacen hincapié en que la operación de cierre "nada tiene que ver con Triball -la asociación de inmobiliarias y comerciantes que quiere revitalizar la zona de Ballesta- ni con la peatonalización de la calle Fuencarral", aunque admiten que la medida, que califican de "correcta", "beneficiará al grupo inmobiliario" que se quede con el mercado.
Aunque la venta del mítico espacio todavía no está cerrado, la apuesta de una empresa inmobiliaria es firme y lleva sobre la mesa varios meses, por lo que la clausura del espacio es casi definitivo. Ante el cierre, los dueños del mercado, que abrió otra sede en el centro comercial Plenilunio, están ofreciendo a los comerciantes indemnizaciones y el traslado al nuevo Mercado de Fuencarral que se inaugurará en diciembre en Valencia, según explica la dueña de uno de los locales afectados. Sin embargo, sólo cinco de las 55 tiendas que componen el espacio trasladarán su negocio. "No es tan fácil coger todas tus cosas, cambiar tu vida por completo y volver a empezar en otra ciudad", cuenta la dueña de uno de los locales.
Lucha por aumentar las indemnizaciones
"A las tiendas se les ofreció irse al mercado de Fuencarral de Valencia para que abrieran un segundo negocio, pero no como una alternativa o sustitutivo al cierre del madrileño, sino como un segundo negocio que en unos meses será un único negocio", afirman fuentes de la gerencia del mercando. Los comerciantes aseguran que se encuentran tristes por el cierre del centro y que la noticia, de la que tuvieron conocimiento a principios de la semana pasada, les pilló por sorpresa, a pesar de que hace tres o cuatro años ya hubo rumores de un posible cierre. "Siempre hubo rumores, pero como nunca llegaba el momento no le dábamos importancia. Estamos todos de bajón. El mercado va bien, aunque algunas tiendas funcionan mejor que otras", dice una de las empleadas de la tienda Doble A, que confirma que tienen hasta el 15 de enero para desalojarlo.
Una de las principales preocupaciones de los comerciantes es dónde se reubicarán "porque los alquileres en la calle están desorbitados", aseguran desde Chet, otro de los locales del centro comercial. A ellos también les ha pillado por sorpresa y no entienden cómo van a cerrar comercios que tienen contratos por tres años más o los que acaban de abrir. "Nosotros hemos cerrado una tienda fuera e hicimos una reforma hace poco para agrandar la tienda y si lo llegamos a saber nos hubiéramos ahorrado el gasto", asegura uno de los empleados, que no entiende por qué se va a cerrar este mercado y se va a abrir otro en Valencia.
"Quieren llevar la calle Fuencarral a Valencia, que es como querer traer el Pisuerga a Madrid", ironiza. "Nuestro proyecto de Valencia es meter toda la calle Fuencarral dentro de un mismo centro comercial para que así puedan convivir centros de 200 metros cuadrados con otros de 20 metros cuadrados", dicen las mismas fuentes de la gerencia, que añaden que el proyecto nación hace dos años. El Mercado de Fuencarral de Valencia contará con 19.000 metros cuadrados de centro comercial, cuatro plantas de aparcamiento, 16 salas de cine alternativo y 70 locales de grandes y pequeñas marcas. "Nosotros queremos ir a Valencia, como se está yendo todo el mundo, con la Fórmula 1 y la Vela. De momento, no tenemos pensado volver a Madrid, aunque en algunos años pensemos en hacer otra cosa", agregan.
Los comerciantes mantendrán una reunión con los dueños para llegar a un acuerdo sobre las indemnizaciones, ya que por ahora, lo que se les ha ofrecido que no les convence. Fuentes de la gerencia, que no hablan de cifras, apuntan que éstas dependen de la superficie de la tienda y, sobre todo, de los años de contrato que firmaron originariamente. "Vamos a pelearla", vaticina una comerciante que está en el mercado desde sus orígenes. La noticia le ha llegado con todo el género comprado por lo que no le dará tiempo a vender todo hasta el 15 de enero. Aunque no está confirmado quien ocupará el edificio, muchas hipótesis apuntan a una gran firma de ropa (y no es Inditex). "Somos lo único diferente que quedamos en el barrio tras la llegada de las grandes firmas a los locales de la calle, no podemos salir y competir con ellos", se lamenta un comerciante.
Los orígenes del mercado
Tras el establecimiento del movimiento gay en el barrio de Chueca, el 10 de diciembre de 1998 se abre el Mercado de Fuencarral, en el número 45. Era un edificio de tres pisos abandonado que se convirtió en un establecimiento totalmente nuevo. El arquitecto Horacio Domínguez y el diseñador Nacho James lo transformaron en un coloso de acero y modernidad. Su lema de apertura era tan alternativo como todo lo que se ofrecía dentro: "El centro comercial para los que odian los centros comerciales".
Una estratégica campaña de promoción y el boca a boca lo convirtieron en referente de la vanguardia madrileña. Tanto que el diario francés Le Monde dijo de él: "Es el mejor ejemplo del cambio cultural de la moda en España". Lo tiene todo: ropa de segunda mano, marcas, peluquería, locales de tatuajes y piercings, tiendas de decoración, una galería de arte... Todo bajo la música pinchada por los mejores disc-jockeys. A remolque del Mercado, la calle se llenó de pequeños comerciantes especializados en nuevas tendencias.
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