Ecologistas en Acción denuncia una obra en la Cuenca Alta del Manzanares

Ecologistas en Acción ha denunciado la construcción de 18 chalés en la zona recreativa de La fuente del cura, en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra, ya que no cuenta, según figura en la denuncia presentada ante la Fiscalía de Medio Ambiente, con los informes necesarios para edificar en una zona lindante con un espacio protegido como es el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y el río Miraflores.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Félix Sánchez, ha afirmado que no se oponen "a las actuaciones urbanísticas, aunque sí exigimos que se lleven a cabo con las suficientes garantías por la sensibilidad de la zona". Sánchez también ha añadido que no les consta que se haya realizado un informe de impacto ambiental, "ni el Plan Parcial que exige la Ley del suelo de la Comunidad de Madrid", ya que la zona carece de infraestructuras y es necesario "algo más que un plan de obra".

El alcalde de la localidad Pablo Altozano (PP) ha asegurado que la obra es "perfectamente legal" y que tiene todos los permisos en regla aunque carece del Plan Parcial porque "no es necesario" ya que cuentan con un Plan de Urbanización aprobado por la Comunidad y el Plan Parcial es un paso previo cuando la zona carece de infraestructuras.

En el caso de la construcción del proyecto Prado de la Virgen, que incluye 18 chalés en parcelas de 500 metros cuadrados, las calles ya están señaladas y las obras siguen adelante. Con respecto a la modificación del proyecto, ha afirmado que se realizó en 2007, después de que en 2006 la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid requiriera al Ayuntamiento de Miraflores la modificación del proyecto.

Altozano ha destacado que el Ayuntamiento con la dirección del Parque Regional y ha demorado hasta el mes de julio la concesión de la licencia de obra, para tener la "seguridad" de que se respetaban los límites del parque ya que habían tenido algunos problemas de delimitación que ya se han solucionado.

Sin embargo, Sánchez ha advertido que las obras no tienen una autorización expresa de la Cuenca Hidrográfica del Tajo, un permiso que la ley establece para todas las obras que afecten a suelo de dominio público hidráulico, 100 metros de anchura a partir de cada margen del río, como en este caso el Miraflores.