Mas renovará la mitad de la ejecutiva de Convergència, que será paritaria
CDC rechazará todas las enmiendas sobre independencia y ruptura con Unió
Artur Mas pretende aunar distintas sensibilidades catalanistas en el seno de la ejecutiva de Convergència Democràtica (CDC) que saldrá del congreso de julio consciente de que su proyecto estrella de recuperar para el partido la posición de pal de paller -bautizado ahora como casa grande del catalanismo- requiere, por su parte, una decidida apuesta integradora. El líder convergente piensa renovar la mitad de este órgano, hacerlo paritario, e incorporar a la nueva hornada de nacionalistas moderados procedentes en gran parte del poder local. Entre estos dirigentes figuran los alcaldes de Sant Cugat, Lluís Recoder; Tortosa, Ferran Bel, y Figueres, Santi Vila; y también el diputado y concejal por Terrassa Josep Rull.
Entre otras probables incorporaciones a la ejecutiva figuran los concejales barceloneses Quim Forn y Maite Fandos, y el miembro de la Fundación Trias Fargas, Marc Guerrero.
La actual dirección de CDC ha decidido rebajar el régimen de incompatibilidades y suprimir la cláusula que prohibía ser miembro de la ejecutiva a los dirigentes que acumularan dos cargos de representación institucional. Ello permitirá que la alcaldesa de Valls, Dolors Batalla, continúe en la ejecutiva y pueda incorporarse el de La Seu d'Urgell, Albert Batalla, pues ambos son diputados en el Parlament.
Huir de estridencias y radicalismos
Con este objetivo de sumar a nacionalistas y soberanistas, el número dos del partido, Felip Puig, subrayó ayer que la ponencia política del congreso huirá de estridencias y radicalismos, por lo que la dirección rechazará todas las enmiendas que apuesten claramente por la independencia de Cataluña o la constitución de un Estado propio. Ello no impedirá, precisó, que el documento mantenga el derecho a decidir del pueblo catalán a su propio futuro político y la consecución, dijo, de las más altas cotas de autogobierno posibles. Como sucedió en el cónclave de hace cuatro años, Convergència ha puesto nombre a esa meta: un Estado confederal.
Las otras enmiendas que no pasarán el filtro de la dirección serán las referidas a la ruptura de la federación con sus socios democristianos de Unió, una constante en todos los congresos. No obstante, Felip Puig advirtió que Convergència quiere revisar los protocolos que rigen la coalición en las ejecutivas locales y comarcales para evitar los continuos conflictos a la hora de confeccionar las candidaturas a los ayuntamientos.
Puig auguró un congreso "aburrido" porque, señaló, en CDC "no hay dudas" sobre el liderazgo de Artur Mas, aunque no descartó que en el futuro puedan celebrarse primarias para la elección del candidato a la presidencia de la Generalitat.
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