Cien coches fúnebres recorren Santiago para protestar contra un decreto de la Xunta

Las calles de Santiago de Compostela han vivido hoy una curiosa manifestación: un centenar de coches fúnebres ha recorrido la ciudad para mostrar el rechazo del sector ante el nuevo concurso para el traslado de cadáveres de la Xunta. El sector de las pompas fúnebres critica a la administración autonómica por no haberlo negociado antes con ellos, como "había prometido". Además, aseguran que les obliga "a ceder instalaciones para hacer las autopsias de cadáveres putrefactos".

La manifestación, convocada por la Federación Gallega de Servicios Funerarios -que agrupa a 200 empresas del sector-, ha partido a las once de la mañana del estadio de San Lázaro y, en su marcha por las calles de la capital gallega, ha pasado por delante del Parlamento y de la Plaza de Galicia, hasta llegar a la sede de la Xunta, en San Caetano, donde los vehículos se han concentrado y han realizado una pitada. En el trayecto se han registrado diversos colapsos de tráfico debido a la caravana.

Tras ello, los representantes de las empresas funerarias han entregado en la Xunta un documento con sus demandas y han solicitado una reunión con el consejero de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, que no los ha recibido hoy, aunque desde el departamento les han informado de que mañana tendrían una respuesta, según ha explicado el secretario de la Federación, Jorge Balado.

Cadáveres "putrefactos"

El presidente de la Federación Gallega de Servicios Funerarios, José Becerra, ha indicado que la Administración publicó la orden del concurso de traslado de cadáveres sin decirles "nada", mientras que Presidencia asegura en un comunicado que "siempre se mostró dispuesta a la negociación" y que se desarrolló "un proceso interno de conversación con las funerarias". Una de las principales críticas del sector se refiere a la obligación que tienen las empresas adjudicatarias de mantener en sus instalaciones a cadáveres "putrefactos", según han denunciado Becerra y el secretario general de la Federación, Jorge Balado.

Becerra se ha mostrado optimista, dada la grave cuestión higiénica y Balado ha alertado de que los cadáveres podrían ser "focos infecciosos". "La Administración no quiere estos cadáveres en los hospitales", ha apuntado Balado, para añadir que la cantidad de gente que hay en los tanatorios privados "es también muy alta". Las empresas funerarias reclaman también un mayor número de médicos forenses e instalaciones para agilizar la devolución de los cuerpos a los familiares tras las autopsias.

Por su parte, Presidencia alega que "ofreció facilidades" a las funerarias porque "nada les impide asociarse" para competir con "las grandes". La Xunta asevera también que esta orden de traslado de cadáveres crea una "nueva situación regida por la normativa de contratos públicos", lo que permite "igualdad, no discriminación y transparencia", frente a la situación anterior que era "anómala, irregular e injusta".