Los Mossos buscan a la inquilina del piso de Barcelona donde se produjo la explosión que mató ayer a tres personas

Las circunstancias que rodean la explosión que ayer mató a tres personas y destruyó dos pisos en un bloque de viviendas en Barcelona apuntan a que la explosión fue provocada. Y la situación que la inquilina del piso, Anna Moreno, de 53 años, atravesaba hace probable que fuera ella la autora de la catástrofe. La policía cree "muy probable" que el tercero de los cuerpos encontrados entre los escombros sea el suyo. En ausencia de confirmación, continúan la búsqueda de la mujer desaparecida. Testigos presenciales afirman haberla visto huir de su casa descalza y cargada de bolsas. Es posible que la explosión le sorprendiera en plena huida.

La inquilina, de la que algún vecino ha dicho que "no regía bien de la cabeza", se enfrentaba a una orden de desahucio por impago que iba a hacerse efectiva ayer, instada por el dueños, su cuñado. Moreno había denunciado en una carta al director de El Periódico de Catalunya, que el dueño quería alquilárselo a otra persona y actualizar la renta, a pesar de que ella sí había pagado, se pedía ayuda para remediar su situación de indefensión. Al parecer, no había comparecido ante los tribunales cuando fue llamada. Los vecinos comentaban ayer que Moreno había tenido bastantes problemas con los demás inquilinos del edificio y algunos sospechaban que padecía el síndrome de Diógenes, ya que acumulaba basura en su vivienda.

Los investigadores trabajan con una secuencia de los hechos que indica que alguien roció de gasolina el piso de Moreno. A continuación, se produjo una potente deflagración seguida de un espectacular incendio. Finalmente, las llamas habrían alcanzado al suministro del gas y provocado una explosión final. Los Mossos investigan si hubo bombonas de butano implicadas, ya que la inquilina tenía el suministro del gas cortado y carecía de línea telefónica a su nombre.

Entre tanto, los vecinos han regresado esta mañana a sus domicilios a recoger algunas de sus pertenencias. Algunos han declarado no haber dormido o tener el cuerpo dolorido por la tensión, informa Ferran Balsells. Posteriormente, se reunirán con los representantes de las aseguradoras para tramitar las indemnizaciones.