La garantía de la calle de Alcalá

Dejada atrás la M-30, el tramo medio de la calle de Alcalá, entre la circunvalación y la confluencia de esta vía con las calles de Arturo Soria y Hermanos García Noblejas, el consolidado barrio residencial de Quintana ofrece estampas que se repiten a diario. En pocos metros se pasa de la tranquilidad y el sosiego que se percibe en torno al parque de Calero y el polideportivo de la Concepción, donde cada vez son más numerosos los jubilados que juegan a la petanca o pasean a los nietos, al bullicioso tránsito de vehículos y personas que van y vienen sin cesar por la calle de Alcalá, convertida en este tramo en un espacio comercial muy activo, tanto en los bajos de los edificios residenciales como en el mercado de Ventas o el centro Alcalá Norte.

Una rutina diaria rota sólo ocasionalmente por pequeñas cuestiones, como esa demanda vecinal para que Unión Fenosa soterre la torreta de baja tensión ubicada en la plaza de la Reverencia, junto a una zona de recreo infantil, el colegio Conde de Romanones y un quiosco de prensa.

Viven en esta zona central de Ciudad Lineal unas 26.000 personas, el 20% de ellas inmigrantes, en las aproximadamente 10.000 viviendas que forman un parque residencial habitado en un 60% por una o dos personas, el mismo porcentaje de residentes mayores de 65 años. Viviendas, distribuidas en muchos casos en edificios construidos hace más de 50 años, que comparten espacio con otras que han sido levantadas en los últimos años en los solares que han quedado vacantes tras la demolición de antiguos inmuebles.

Se trata de pequeñas actuaciones, compuestas por apenas una decena de viviendas, que salpican un mercado inmobiliario que mantiene el tipo en esta situación de crisis por la que atraviesa el sector. Se tarda algo más en vender, pero se sigue vendiendo a buen ritmo, gracias a una demanda que cubre la escasa oferta disponible sin mayores problemas, pagando un mínimo de 4.500 euros por el metro cuadrado construido, un 15% más que hace tres años.

Nuevas promociones

Sobre uno de estos solares, la empresa Gesfasa ha llevado a cabo los trabajos de cimentación, a base de pilotes ?"más de 30 millones de pesetas (180.000 euros) me he gastado ya", asegura el promotor?, previos a la construcción del edificio de nueve viviendas que va a levantar, para entregar a finales del próximo año, según sus previsiones, en el número 24 de la calle de Germán Pérez Carrasco.

Vendidos dos de los apartamentos, los siete restantes, de 70 metros cuadrados construidos, se ofrecen por 295.000 euros. Ante la imposibilidad de construir la rampa de acceso por el escaso espacio disponible en el inmueble, la habilitación de las 14 plazas de garaje se va efectuar por el sistema de montacoches. Cada plaza, en función de su ubicación en el primer o segundo sótano, cuesta 33.000 y 36.000 euros, respectivamente.

Por su parte, Grupo Técnico ha querido buscar valor añadido a su inversión con la compra de solares próximos a la calle de Alcalá y a las estaciones de metro de El Carmen y Quintana (línea 5), en este caso situados en el barrio de Ventas, en el margen derecho de la calle de Alcalá una vez dejada atrás la M-30. En ambas actuaciones residenciales, situadas en las calles de Cipriano Sancho y José María Pereda, queda disponible un único piso de dos dormitorios, con 70,65 metros construidos, que, con plaza de garaje y trastero incluidos, sale por 363.000 euros.

Si el potencial comprador busca viviendas más pequeñas, Gilmar vende llave en mano estudios de entre 30 y 50 metros cuadrados de superficie, en el número 431 de la calle de Alcalá, junto al centro comercial Alcalá Norte, con precios que oscilan entre 218.000 y 275.000 euros, que elevan el metro construido a márgenes que varían entre 5.450 y 7.030 euros.

La barrera de los 7.000 euros también se supera en el caso de los áticos que, por ejemplo, ofrece Hergar Viviendas en el número 116 de la calle de la Virgen del Lluc. De uno y dos dormitorios, entre 55 y 72 metros, cuestan 389.000 y 510.000 euros, respectivamente.

El mercado de segunda mano en esta zona de Ciudad Lineal promedia unos precios de 3.800 euros por metro cuadrado para las viviendas más antiguas y de 4.500 euros para las de más reciente construcción. En la colonia Sámbara, uno de los núcleos protegidos por el plan general de Madrid de 1997, delimitado por las calles de Zigia, Misterios, Boldano y la propia Sámbara, pequeños adosados antiguos, de no más de 90 metros cuadrados de superficie construida, se pueden adquirir entre 288.000 y 375.000 euros.