Condenados a 22 años a los asesinos del joyero de Móstoles

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado hoy a 22 años de prisión a Roberto Castro y Juan Manuel Jiménez como autores del asesinato del joyero de Móstoles Antonio Sancho durante un atraco a su establecimiento el 9 de junio de 2005. Castro disparó por la espalda al joyero con una escopeta a quemarropa, en presencia de su hijo, para robar en su local.

El tribunal considera a Castro autor del crimen y a Jiménez coautor -la fiscal solicitaba para ellos 26 años y medio y 28 y medio de prisión respectivamente- y además los condena por robo con violencia y tenencia ilícita de armas. En la sentencia notificada hoy, el la Sección 16 de la Audiencia madrileña también condena a Rosario Ruiz a un año de cárcel por un delito de receptación de joyas robadas y absuelve a las otras dos procesadas, Catalina Villafaña y Margarita Flores, que estaban acusadas de encubrimiento.

En cuanto a la responsabilidad civil, Castro y Jiménez deberán indemnizar a la viuda del joyero, Manuela Sanguino, con 100.000 euros, a los hijos del fallecido con otros 100.000 y a la entidad XL Insurance con 125.103 euros. Tras conocer la resolución, la viuda del joyero ha manifestado a los periodistas que las condenas le parecían escasas, pero se declaró contenta "si se cumplen las penas íntegras". El presidente del gremio de joyeros madrileños, Armando Rodríguez,ha calificado de "ejemplar" la sentencia.

Los hechos

Para el tribunal ha quedado probado que el 9 de junio de 2005, Castro, alias Freddy, y Jiménez se dirigieron junto a dos personas más -José Luis Arana, Italo, que se encuentra fugado, y otra no identificada- a la joyería Felipe II de Móstoles en el vehículo del segundo. Mientras Jiménez vigilaba la calle, los otros tres implicados entraron en el establecimiento gritando "esto es un atraco", a la vez que amenazaban con sus armas al propietario, a su hijo, a otra dependienta y a una clienta. Entonces, Antonio Sancho advirtió a los atracadores de que estaban siendo grabados y que en breve acudiría la Policía, momento en el que Freddy le disparó a bocajarro y "alevosamente" por la espalda con una escopeta de cañones recortados, causándole la muerte inmediata.

Mientras las demás víctimas se encontraban en la trastienda de la joyería, Freddy y los otros dos individuos se apoderaron de casi 800 piezas, valoradas en 133.00 euros, parte de las cuales fueron reconocidas después por el hijo del joyero. Después de que Freddy arrancara el vídeo de la cámara de seguridad, el grupo huyó, ocultándose días después Castro y Jiménez en el domicilio barcelonés de Margarita Flores, absuelta de encubrimiento porque, según el tribunal, no ha quedado acreditado que conociese la implicación de los procesados en el atraco.

En el domicilio madrileño de Jiménez se encontraron, además de diversos cartuchos de escopeta, varias de las joyas que fueron robadas en la joyería. El tribunal también ha absuelto a Catalina Villafaña, ex pareja de Freddy y tía de Jiménez, ya que no se ha probado que supiera de la existencia de un reloj hallado en su cuarto de baño, también procedente del robo de la joyería. Cuando Freddy fue detenido en Barcelona portaba una riñonera con joyas robadas tanto en esta joyería como en otras dos de Madrid, al igual que Rosario Ruiz, ex pareja del huido Italo, a la que se interceptaron dos joyas de diseño exclusivo del local de Móstoles.