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"Yo ya tenía el cheque en el bolsillo"

El antiguo ecónomo del Arzobispado de Valladolid, Enrique Peralta, asegura ante el juez que ganó 15 millones en intereses por lo invertido en Gescartera.- Un ayudante de Camacho declara que Gescartera pagó un avión para ir a ver una final de Liga de Campeones

El antiguo ecónomo del Arzobispado de Valladolid, Enrique Peralta, ha asegurado hoy que Gescartera, desde 1996 a 1999, le ofreció una rentabilidad del 10% por una inversión de 1.105 millones de pesetas, lo que pudo suponer, según fuentes jurídicas, unos intereses de 15 millones de pesetas. En el juicio que contra esta entidad celebra la Audiencia Nacional, el antiguo ecónomo ha afirmado que él ya tenía "el cheque en el bolsillo" cuando la CNMV detectó "irregularidad" en 1998.

En principio, según ha relatado, comenzó con una aportación de 15 millones de pesetas, pero al ver que "Gescartera respondía" y le daba un movimiento trimestral "y fijo" de sus inversiones, decidió

seguir aportando cantidades entre 15 y 50 millones de pesetas como máximo, como ocurrió en los meses de agosto y septiembre de 1997, según documentos del sumario.

Peralta ha explicado que el Arzobispado había diversificado sus inversiones en otras entidades como Banco Popular, Santander o BBVA, informa Manuel Altozano. Parte del dinero que llegó a Gescartera provenía de letras del Tesoro, con una rentabilidad del 8,5% y, por tanto, inferior a la que ofrecía Gescartera.

A pesar de la declaración del ecónomo, las acusaciones mantienen que no había registro de clientes de renta fija y los intereses cobrados, según un informe pericial del Banco de España, podrían ser superiores a los insinuados hoy por el ecónomo, que, pese a las preguntas del fiscal, no quiso dar una cantidad concreta de estos rendimientos porque -insistió- "figura en el sumario".

De hecho, el fiscal Vicente González Mota esgrimió cuatro documentos de diciembre de 1996 sobre diferentes inversiones "repo" del Instituto de Crédito Oficial y Renfe, con rentabilidades superiores al 9,25%, en las que se retiran intereses por más de 3,5 millones de pesetas al cierre del último trimestre de ese año. Esta cifra, según fuentes jurídicas, supondría unos intereses trimestrales superiores a los del 2,5% reconocidos hoy por el ecónomo del Arzobispado de Valladolid, que retiró "toda la inversión" en Gescartera en marzo de 1999, cuando se produjo un expediente contra la sociedad por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

"Irregularidades" detectadas por la CNMV

La CNMV detectó en 1998 "irregularidades" en torno al cliente "Arzobispado de Valladolid", a quien se había reembolsado en un cheque 1.075 millones, figurando en las cuentas de clientes de la sociedad con una inversión de tan solo 30 millones de pesetas. Según la CNMV, pese a dar informaciones contradictorias en los primeros meses de 1999, en marzo de este año el ecónomo acudió a la CNMV y corroboró, tras liquidar su inversión en la sociedad, las

cifras de Gescartera: el saldo en gestión ascendía a 1.105 millones de pesetas desglosado en 1.075 como cuenta comprometida en gestión y 30.831.379 pesetas en una cuenta de liquidación.

"Los de Gescartera se prestaron a tenerme a Madrid, me devolvieron el dinero y, ese mismo día, me preguntaron en la CNMV sobre las cuentas (...); les dije que era correcto" pues, ha añadido, "Gescartera había cumplido con nosotros, cumplido con lo pactado, yo ya tenía el cheque en el bolsillo y... no sé", ha dicho.

Un millón para la 'Champions'

El ayudante del dueño de Gescartera, Fernando Lorca López, ha afirmado hoy en el juicio oral por este escándalo financiero que la sociedad costeó con más de un millón de pesetas un jet privado para ver la final de la Liga de Campeones, entre el Real Madrid y el Valencia, en París el 24 de mayo de 2000.

Lorca López, guardia civil retirado por enfermedad, ha relatado cómo empezó a trabajar para Antonio Camacho -principal imputado en el caso- y le acompañó en viajes a Londres, donde hizo compras en Harrods (tienda de lujo de la capital londinense), aunque "nunca" fue empleado de Gescartera y cobraba unas 100.000 pesetas (600 euros), "pero no todos los meses".

"Le hacía algún recado y me invitaba a comer", ha especificado el ayudante de Camacho quien, a preguntas del fiscal Vicente González-Mota, ha reconocido que Camacho, ante la imposibilidad de ir en "vuelo regular" a París para ver, el 24 de mayo de 2000, a la final de la Liga de Campeones le pidió "gestionar" un avión privado, a través de la empresa Artac.

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