Garzón afirma que la actividad de Batasuna no puede desmarcarse de la escalada de violencia de ETA

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha afirmado que, tras "la escalada exponencial de acciones terroristas" llevadas a cabo por ETA desde el final de la tregua, no puede interpretarse la actividad de la ilegalizada Batasuna "de forma aislada", sino como "coadyuvante" de la organización terrorista.

Los portavoces de Batasuna y Askatasuna, Joseba Álvarez y Oihana Agirre, han ingresado esta noche en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid), adonde llegaron después de que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretara su prisión incondicional por pertenencia a ETA. El magistrado explica en el auto que la reiteración de delito cometida por Álvarez se ha producido "en el marco de una escalada exponencial de acciones terroristas y de kale borroka" y añade que no es posible separar la actividad desplegada por el imputado después del fin de la tregua "de aquella otra acción violenta que la vanguardia armada desarrolla".

A Álvarez, el juez le acusa de reincidir en este delito, por el que ya estaba procesado en el sumario 35/02 en el que se investiga la subordinación de Batasuna a ETA, mientras que a Aguirre le acusa de integración en ETA por primera vez por haber participado en ruedas de prensa en nombre de Askatasuna, organización ilegalizada por su conexión con la banda, tras haber sido apercibida judicialmente.

Garzón, que ha enviado a ambos a la cárcel de Soto del Real (Madrid), motivó su detención, que se produjo el pasado martes en San Sebastián, en que los dos participaron, organizaron, convocaron o indujeron a la manifestación ilegal del pasado 9 de septiembre en apoyo a los presos de ETA y en la que fue detenido el portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, en prisión desde el 11 de septiembre.

La decisión de Garzón se conoce después de que el magistrado ordenara el jueves por la noche la detención de 23 personas, integrantes de la antigua y de la nueva Mesa Nacional de Batasuna. Todos se encontraban en Segura (Guipúzcoa), celebrando una reunión en la que se sospecha que realizaban un traspaso de poderes. Entre los detenidos se encuentran Joseba Permach, Juan José Petrikorena, Rufino Etxebarria, Juan Cruz Aldasoro, Marije Fullaondo, Imanol Iparragirre y Tomás Alejandro, así como miembros de Ekin y de ANV.