El presunto violador de parque del Oeste elegía a parejas de entre 18 y 26 años
Los ocho miembros de su banda robaban con navajas a los chicos, mientras el cabecilla violaba a sus novias
Parejas de entre 18 y 26 años, que estaban solas en medio del Parque del Oeste. Ése era el tipo de víctimas que elegía César U. Q., boliviano de 18 años, el supuesto violador detenido el sábado pasado por el Servicio de Atención a la Mujer (SAM) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Otros ocho compinches (entre ellos, una mujer) también fueron arrestados. Los agentes acusan a este joven de cuatro violaciones consumadas, además 11 robos con intimidación, robos con fuerza, lesiones y hurto. El titular del juzgado número 15, en funciones de de guardia, ha enviado a prisión a cuatro de los arrestados y los cinco restantes han quedado en libertad con cargos.
La primera violación se produjo el 16 de agosto. A partir de ahí, César y sus compinches fueron actuando con una periodicidad fija de 12 días. Elegían parejas de españoles que estaban en zonas con poca luz y con poca gente. Los horarios elegidos eran de noche, entre las 21.00 y las dos de la madrugada. Iba siempre un grupo que rodeaba a las víctimas, sobre las que ejercían una gran violencia. No dudaban en ponerles una navaja o un cuchillo en el cuello y obligar a darles todos los efectos de valor.
Después, César U. Q. se llevaba a la mujer a una zona apartada y oscura y abusaba de ella, a veces delante de su pareja. Siempre les insultaba. En alguna ocasión, llegó a pinchar a las víctimas. "Les acariciaba la cara y el cuerpo a las víctimas con el cuchillo. Otras veces les pinchaba en el cuello o en la parte posterior del costado. Utilizaba un lenguaje muy hostil y les humillaba mucho. Eso producía terror y pánico en las víctimas", detalló la responsable del SAM, la inspectora Elena Palacios.
Las últimas agresiones se produjeron los pasados jueves y viernes, cuando dos parejas se resistieron a la violación. Las detenciones de los implicados se produjeron al día siguiente. El detenido se negó a declarar ante la policía y se mostró "muy tranquilo" en todo momento. "Ha tenido siempre un comportamiento muy frío. Es muy serio y tiene una mirada profunda. Es difícil que admita los hechos", relató la inspectora Palacios.
La policía ha efectuado seis registros en las viviendas de los detenidos, en los que ha recuperado objetos pertenecientes a las víctimas. Entre ellos destaca una tarjeta de crédito, joyas, reproductores de música MP3 y MP4 y 30 teléfonos móviles. El principal detenido lleva 10 años en España y carecía de trabajo conocido. "Muchas veces preguntaba a sus víctimas por su vida sexual, por sus estudios y por sus actividades. También les aportaba datos de su vida y de sus circunstancias personales", añadió la responsable del SAM. Siempre actuaba a cara descubierta. La única prenda que le ha permitido cubrirse algo más ha sido una sudadera con capucha, pero, según fuentes policiales, no fue utilizada para ocultar su rostro. "La violencia que iban utilizando conforme pasaba el tiempo", concluyó Palacios. El resto de detenidos también han sido acusados de cooperadores necesarios para la comisión de las violaciones, además de los robos.
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