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"Llegó el tren, empecé a sentir mucho calor, mucho miedo, mucho calor..."

Comienza el juicio contra el acusado de arrojar a una joven a las vías del Metro, para quien el fiscal pide siete años de cárcel o su internamiento en un centro psiquiátrico

Miriam Alonso, la joven que perdió una pierna hace dos años al ser arrojada a las vías del metro, ha manifestado hoy que su deseo de que "encierren" a su agresor, Jorge Ramos, "y que no vuelva a salir". "Me ha jodido la vida", ha confesado Miriam esta mañana a la salida de la primera sesión del juicio, que ha arrancado en la Audiencia Provincial de Madrid y en la que el acusado, para quien la fiscal pide siete años de cárcel o su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario durante 14 años y medio, se ha negado a declarar. El abogado defensor, que pide absolución o ingreso hospitalario, se ha mostrado convencido de que "va a salir absuelto de este juicio sin ningún género de dudas", debido a la esquizofrenia paranoide que sufre.

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El fiscal, que también quiere que el acusado la indemnice con 456.000 euros, coincide con el defensor en que el acusado es esquizofrénico. Así, en su escrito de conclusiones provisionales recoge que el acusado padece "esquizofrenia paranoide con ideas delirantes y alucinaciones, que limita de manera severa su capacidad intelectiva y el control de los impulsos" y destaca que la motivación del hecho cometido se inscribe dentro de su "trama delirante". El fiscal considera a Ramos autor de un delito de intento de asesinato, aunque con la atenuante de "anomalía psíquica", de ahí la pequeña pena que pide para él. La defensa de Jorge pide su libre absolución o su internamiento en un centro psiquiátrico, mientras que la acusación particular también plantea las dos opciones del fiscal, si bien exige que la indemnización sea de 860.060.

Tras negarse a contestar a la partes, Ramos, de 25 años y que se encuentra ingresado en la cárcel psiquiátrica de Fontcalent (Alicante), se ha ausentado de la sala al haberlo solicitado su abogado, Fermín López, por si algo de lo que pudiera escuchar durante la vista "pudiera influirle negativamente en la evolución" de su enfermedad, segúnha dicho el letrado. Antes de entrar al juicio, el abogado se ha mostrado convencido de que su cliente "va a salir absuelto sin ningún género de dudas", debido a la esquizofrenia paranoide que sufre. "Es una persona absolutamente inimputable", ha aseverado López, quien ha señalado que Ramos es consciente del proceso que va a comenzar contra él, así como de que "hizo daño y está tremendamente arrepentido". El abogado ha señalado también que esto ha sido "una tragedia para dos familias", en referencia a la de la víctima y la de su defendido.

La madre describe al agresor como un chico sensible

La que sí ha declarado ha sido Miriam quien, a preguntas del fiscal, ha relatado que el 4 de octubre de

2005 salió de su trabajo a las ocho de la tarde y entró al metro, "como todos los días", para ir a su casa en Fuenlabrada. La chica ha recordado que al llegar al andén faltaba un minuto para que el convoy entrara en la estación por lo que decidió no sentarse y esperar de pie, lo que hizo al lado de uno de los bancos. "De repente noté un empujón muy fuerte, no sé de quién, y fui dando traspiés, no podía parar, hasta que caí a la vía", ha señalado. La joven, que ha comparecido en la sala ayudada por unas muletas y acompañada por su madre, ha indicado que cuando estaba caída en la vía vio los focos del tren aproximarse y dijo que entonces intentó moverse y que "la pierna viniera" cion ella pero que el pantalón se la había enganchado en los raíles. "Llegó el tren, empecé a sentir mucho calor, mucho miedo, mucho calor -repitió- y tenía mucha sed", ha relatado la joven, que ha añadido que alguien le dijo que se tranquilizara y no se preocupara porque la iban sacar de ahí, y ya no recuerda "nada más".

Miriam, que también ha sufrido la amputación de un dedo del pie derecho y continúa en tratamiento psiquiátrico, ha señalado que no puede llevar una vida normal porque necesita ayuda de una persona para cosas tan simples como ducharse, cocinar o que la lleven a casa. Después de Miriam ha declarado una joven, Patricia D.S., que estaba al lado de ella en la estación de metro, quien ha dicho que Jorge estaba "justo detrás de ella" y "con gran fuerza y gran ímpetu la empujó y la tiró" a la vía cuando empezaba a entrar el tren. Ha asegurado que no hubo ningún intercambio de palabras entre ellos y que el chico salió corriendo del lugar.

El conductor del metro relató que cuando entraba en la estación vio a un chico empujar a una joven y apretó el freno de emergencia, que bloquea las ruedas del tren automáticamente, pero el convoy arrolló a la chica porque "no para en seco como un coche". En esta sesión también ha testificado un vigilante de seguridad del hospital Gómez Ulla que estaba en la puerta del centro sanitario, ubicado a escasos metros de la parada de metro de Carabanchel, y que recordó que se le acercó una persona con una mochila "juntando las manos como para ponerle los grilletes" y diciéndole: "Mátame, pégame, acabo de tirar una chica al metro".

La madre de Jorge ha declarado también en el juicio y ha explicado que su hijo estuvo en tratamiento psicológico desde 2001 hasta 2004, pero en septiembre de 2003 el médico le quitó la medicación que tomaba a causa de una "depresión" que sufría. Tras manifestar que fue en febrero de 2006 la primera vez que oyó hablar de que su hijo, que también había acudido a un psiquiatra privado, tenía esquizofrenia, la mujer ha asegurado que había preguntado "abiertamente" al médico que trató a su hijo si éste padecía esa enfermedad, lo que, según ella, éste le negó. Ha descrito a su hijo como un "chico muy sensible, responsable, educado, buen estudiante", pero que cuando dejó la medicación "tenía momentos bajos". tras este suceso, ella ha sabido que en la familia del padre de Jorge, su ex marido, ha habido "antecedentes psiquiátricos graves". Esta declaración ha resultado "sorprendente" a Miriam, que tardó en curarse 179 días y estuvo 90 de ellos hospitalizada.

Miriam Alonso, a la salida de la primera sesión del juicio.
Miriam Alonso, a la salida de la primera sesión del juicio.CLAUDIO ÁLVAREZ
La defensa del agresor pide la absolución por trastorno mentalVídeo: ATLAS

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