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Detenido en Mataró un peligroso delincuente que se fugó en helicóptero de una prisión francesa

Payet, de 43 años y casi irreconocible por sus operaciones estéticas, cumplía condena por la muerte de un agente de seguridad

La policía ha detenido en Mataró (Barcelona) a dos delincuentes franceses y uno argelino. Uno de ellos es el peligroso fugitivo Pascal Payet, de 43 años, experto en atracos y fugas de la cárcel en helicóptero; la última, de la prisión de Grasse (sureste de Francia) el pasado 14 de julio.

La Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil ha informado en un comunicado del arresto de estas tres personas, que, en el momento de la detención, llevaban consigo una granada de mano, un fusil de asalto, dos pistolas y un revólver. Además, los agentes del Grupo de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial han intervenido una motocicleta y un vehículo de alta cilindrada, probablemente robados. Junto a Payet han sido detenidos Farid Ouassou, francés de 30 años, y Alain Armato, argelino de 48.

Irreconocible por la cirugía estética

Fuentes policiales galas han explicado que Pascal Payet, por el que Francia había emitido una euro-orden en virtud de una condena a 30 años de cárcel, estaba irreconocible porque un cirujano estético le había modificado completamente la cara. Payet cumplía condena desde 1997 por la muerte de un agente de seguridad durante el atraco que su banda perpetró en el Banco de Francia en la localidad de Provence. Además, según la policía española, se le imputan los delitos de lesiones graves y tráfico de estupefacientes.

El delincuente, se escapó por última vez el pasado 14 de julio de la prisión de Grasse, en el sureste de Francia, utilizando un helicóptero que aterrizó posteriormente en Brignoles, a unos 90 kilómetros al norte de Marsella; el mismo método que ya había utilizado en 2001 para fugarse del centro penitenciario de Luynes, cerca de Marsella.

Cuatro hombres secuestraron el aparato, tomando a su piloto como rehén, y le obligaron a dirigirse hacia el centro penitenciario donde estaba Pascal y, tras posarlo sobre el techo del centro, se facilitó la huida del preso. Tras aterrizar en Brignoles, Pascal y sus ayudantes liberaron al piloto de la aeronave y huyeron. En el año 2003 también ayudó a otros presos a evadirse de prisión utilizando un helicóptero.

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