Bill Clinton, "muy feliz" a la sombra de su esposa

El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton no se cansa de su papel de secundario, casi ocho años después de abandonar la Casa Blanca. Según ha afirmado en el programa de Oprah Winfrey, Clinton se encuentra "muy feliz" con la vida que lleva a la sombra de su esposa, Hillary.

El ex presidente, que acudió al show televisivo para presentar su nuevo libro, titulado Giving, dijo que le encanta el papel que desempeña actualmente, colaborando de manera no oficial y a la sombra de su esposa, senadora y precandidata demócrata a las elecciones presidenciales de 2008. "Disfruto con lo que estoy haciendo, estoy muy contento con ello", insistió.

Sobre si echa de menos llevar las riendas de EE UU, Clinton dudó en su respuesta al declarar: "Sí y no; estaba entusiasmado cuando fui reelegido porque sabía que sólo podría estar ocho años, que es lo que permite nuestra Constitución".

Sin embargo, agregó: "Siempre he pensado que es una pérdida de tiempo pasar un día de tu vida pensando cómo sería hacer algo que ya no puedes hacer".

El presidente de Estados Unidos de 1993 a 2001 bromeó con la situación que se ha establecido en su matrimonio actualmente. "A veces me llama (Hillary) desde alguna parte del país y me dice: ¿Te das cuenta de que tengo quince años más que tú cuando hacías esto?, y yo le contesto: 'Nadie te obligó a presentarte, chica", manifestó.

"Yo estoy en el campo de golf cuando me llama, y estoy allí porque no me presento como candidato, ¿sabes?. Y me gusta", comentó Clinton a Winfrey.

Colaborador de su esposa

Asimismo, explicó cómo colabora en la campaña presidencial de su esposa, que, dijo, "sabe mucho más" de los actuales temas políticos que el ex presidente porque él los sigue "de lejos". "Si está escribiendo algún artículo importante o va a dar un discurso relevante, me pide que lo lea; y de vez en cuando, me pide consejo en algún asunto estratégico", explicó.

Además, la presentadora del programa se preguntó cómo sería llamado Clinton si Hillary lograse ser la primera mujer que dirige la Casa Blanca. "Mis amigos escoceses dicen que deberían llamarme First Laddie (Primer muchacho) porque es lo que más se parece a First Lady (Primera dama); no me preocupa cómo me llamen, pero sí lo que tenga que hacer", afirmó.

Desde su retirada de la vida política de Washington, Clinton se ha volcado de lleno en la fundación que lleva su apellido, desde la que usa su influencia para intentar buscar soluciones a problemas como la pobreza mundial, el calentamiento global o la propagación del sida, y sobre todo, en la lucha contra la obesidad juvenil.

Recordó que siempre le interesaron los deportes y fue "un corredor asiduo" desde 1971, pero añadió que cuando sufrió un ataque al corazón se dio cuenta de que era "por el alto colesterol y las décadas de malos hábitos de consumo".

El ex presidente, que colabora con la Asociación Estadounidense del Corazón en la promoción de hábitos de consumo saludables en la juventud, advirtió de que, "si las tendencias actuales se mantienen, esta generación de jóvenes podría ser la primera en tener una esperanza de vida menor que la de sus padres".