Garzón decreta prisión incondicional para el etarra detenido en Santander

El juez Baltasar Garzón ha decretado hoy prisión incondicional para Aritz Arginzoniz, el presunto etarra detenido el pasado martes en Santander, por un delito de integración en banda armada y tenencia ilícita de armas y explosivos. Según el Ministerio de Interio, Arginzoniz iba a colocar un coche-bomba en algún lugar de Cantabria. En el auto de prisión, el magistrado ordena la busca y captura de Garikoitz Azpiazu, alias Txeroki, y de otros dos supuestos etarras por su relación con los planes que se imputan al detenido en la capital cántabra.

Los otros dos presuntos militantes de ETA relacionados con Arginzoniz son Saioa Sánchez y Eneko Zurrabeitia, quienes se encuentran en paradero desconocido. Garzón ha dictado su auto pasadas las 15.00 horas, tras interrogar a Arginzoniz en su despacho del Juzgado Central de Instrucción número 5, que se encuentra de guardia esta semana en la Audiencia Nacional.

En el auto, Garzón afirma que Txeroki entregó el pasado 29 de junio a Arginzoniz una de las 350 pistolas robadas en una empresa de Vauvert (Francia) en octubre pasado y le ordenó actuar en Cantabria mediante la colocación de un coche-bomba con 50 kilos de amonal. Según Garzón, de lo actuado hasta el momento se deduce que los posibles objetivos contra los que tenían proyectado atentar los miembros del comando Larrano podrían ser los Juzgados nuevos de la capital cántabra, la sede principal del Banco de Santander, la Comisaría de Policía u otros edificios públicos de la Plaza Porticada, el Puerto, los alrededores de la terminal del Ferry, la sede central de Telefónica y la Plaza del Ayuntamiento de dicha capital.

Sorgin y Arginzoniz, según Garzón, habían hecho las primeras comprobaciones respecto de edificios de la Plaza Porticada y del Ayuntamiento, y tenían previsto actuar de forma inminente, pues el primero ya tenía en su poder 50 kilos de amonal que recogió el 9 de julio en Usánsolo (Vizcaya), y les faltaba sustraer el coche para montar el artefacto explosivo.

Miembro desde agosto de 2006

Arginzoniz, quien se identificó como militante de ETA tras ser detenido el pasado martes en la estación de autobuses de Santander, fue captado para la organización terrorista en agosto de 2006, al aceptar la propuesta del propio Txeroki. La Policía considera a Agingoniz miembro del comando que logró huir después de que la Ertzaintza encontrase el 23 de diciembre un zulo con explosivos en la localidad vizcaína Amorebieta y más material días después en Atxondo.

Garzón afirma en su auto que en octubre de 2006 Arginzoniz acogió en su domicilio de Elorrio (Vizcaya) al jefe de "comandos" y a otros dos terroristas, Garikoitz Etxebarria, Jon (detenido el pasado 9 de enero junto a Asier Larrinaga, Txester en Ascain (Francia) e Hintza, a quien acompañó en plenas Navidades a un centro comercial para comprar mochilas, parte de cuyo coste abonó con su tarjeta de crédito de la Caja Rural Vasca.

Tras comunicárselo Saioa, el detenido logró huir a Francia después de que la Ertzaintza encontrase el 23 de diciembre un zulo con explosivos en la localidad vizcaína de Amorebieta y más material días después en Atxondo (este hallazgo lo investiga el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo).

Tras la detención de Jon Y Txester, continúa el auto de Garzón, Hintza y Arginzoniz son acogidos en Hendaya (Francia) por un integrante de la organización, al que llaman Capu , que les impartió cursillos de armas y les tomó datos para fabricar documentaciones falsas. Después, Capu les trasladó a Limoges, donde Arginzoniz conoció a Sorgin y a otro terrorista, llamado Aitzol Etzaburre.

Comando Larrano

A finales del pasado mes de abril, Capu traslada a Sorgin y a Arginzoniz al establecimiento Decathlón de la localidad francesa de Dax, donde les da 2.000 euros para que compren unas bicicletas con las que se trasladan a Garazi, en la frontera de Francia con Navarra, donde el pasado 29 de junio mantienen la reunión con Txeroki, según se deduce de las investigaciones.

El jefe de comandos identificó a los dos militantes como comando Larrano y les ordenó actuar en Cantabria, "aunque inicialmente iba a ser en Getxo", según el auto. Para ello, les dice que el 10 de julio deberán retirar 50 kilos de amonal, teléfonos móviles, una pala, destornilladores y un taladro en la localidad vizcaína de Usánsolo, todo ello para montar un coche-bomba que previamente debían sustraer.