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Cambio de primera dama en Reino Unido

Sarah Brown se muda al 10 de Downing Street con un perfil muy distinto a su anterior ocupante, Cherie Blair

Sarah Brown, la esposa del nuevo primer ministro británico, Gordon Brown, es, según quienes la conocen, una persona muy distinta de su predecesora, Cherie Blair. Mientras la esposa de Tony Blair dejó su polémica impronta en la despedida a los fotógrafos en la residencia del Premier con un provocador "No os vamos a echar de menos", Brown se deslizó discreta y nerviosamente hacia el interior de la residencia, justo después de saludar.

La abogada de derechos humanos Cherie Blair no lo ha tenido fácil con los medios de comunicación, ya que, en algunos círculos, la presentaron desde el primer momento como una especie de manipuladora lady Macbeth.

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Pero Cherie no fue nunca ajena a la polémica. En el 2002 protagonizó un escándalo cuando se descubrió que había comprado dos pisos en Bristol gracias a los oficios de quien resultó ser un timador australiano, lo que la obligó a disculparse públicamente entre sollozos.

En otra ocasión, tuvo también que presentar excusas tras haber intentado justificar a los terroristas suicidas palestinos porque, según ella, no les quedaba más esperanza que la de hacerse saltar por los aires. Y más de una vez criticó en público la política de derechos humanos de su marido.

Los periódicos se han referido una y otra vez a Cherie Blair como una mujer interesada sobre todo por el dinero y en sacar provecho de su condición de esposa del Premier británico.

Durante una visita a un centro comercial australiano la invitaron a escoger algunos productos para la familia y, según recuerda el diario The Independent, ni corta ni perezosa, se llevó hasta 68 mercancías.

Nadie espera que Sarah Brown, experta en relaciones públicas, vaya a comportarse de ese modo. Aunque Gordon Brown se ha referido a ella como el más importante entre sus asesores, nadie se imagina que trate de influir en la política del nuevo primer ministro o vaya a criticarle en público.

Todo apunta a que se concentrará en la educación de los dos hijos varones de la pareja, de tres años y 11 meses, además de dedicarse a causas benéficas.

Sarah Brown creó una organización con fines benéficos dedicada a la infancia a raíz de la muerte, poco después de nacer, de la primera y única hija del matrimonio, Jennifer, en 2002, drama que tuvo un fuerte impacto en la pareja.

EFE

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