Prisión preventiva para los tres presuntos etarras detenidos en Inglaterra
La Guardia Civil detiene a otro joven en Navarra por presunta relación con la banda terrorista.- Íñigo Albizu Hernández, Ana López Monge y Zigor Ruiz Jaso formaban parte de un grupo de ETA en la reserva.- Empresarios vascos denuncian haber recibido nuevas cartas de extorsión
Un juez británico ha dictado hoy prisión preventiva hasta el próximo martes para los tres presuntos miembros de ETA detenidos hoy en Sheffield (norte de Inglaterra). La policía detuvo en Reino Unido a tres presuntos miembros de la organización terrorista, según han informado fuentes de la Guardia Civil. Por la tarde, en Navarra, otro joven ha sido detenido en Navarra. Los detenidos en Reino Unido son Íñigo Albizu Hernández, arrestado cerca de Manchester; Ana López Monge y Zigor Ruiz Jaso, capturados en la región de Yorkshire, también en el norte de Inglaterra. Los tres planeban coger un ferry para desplazarse a Santander.
El joven que ha sido detenido esta tarde por la Guardia Civil en la localidad navarra de Aizarotz por su presunta relación con ETA es Gorka Murillo, según fuentes de la lucha antiterrorista y de Askatasuna. Murillo figura en el número 34 de la agrupación de electores Nafarroako Abertzale Sozialistak, promovida por dirigentes de Batasuna para estar presente en las elecciones, han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Según estas fuentes la detención ha sido ordenada por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, "en el marco del sumario 35/02 M de integración en organización terrorista".
Los detenidos en Inglaterra formaban parte presuntamente de un grupo de la banda en la reserva. Según las fuentes consultadas, se les había encargado de recabar información sobre posibles objetivos políticos para cometer atentados en Cantabria, aunque llevaban meses residiendo en Reino Unido.
La detención se ha producido a raíz de la información obtenida tras la desarticulación el pasado 28 de marzo del comando Donosti. Uno de los tres detenidos, Zigor Ruiz Jaso, apodado Lukas, formó parte presuntamente de ese comando entre 2005 y 2006, periodo durante el que esa célula terrorista perpetró una veintena de atentados. Ana López Monge, por su parte, es supuestamente una antigua colaboradora del comando Vizcaya.
Fundador de Segi
Zigor Ruiz, nacido en Pamplona hace 28 años, fue uno de los fundadores de la organización juvenil Segi, continuadora de Jarrai y considerada por el Tribunal Supremo como una asociación con fines terroristas. Huyó en 2002 durante una operación contra este grupo; el 11 de marzo de ese año el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dictó una orden de búsqueda y captura contra él.
Entre 2005 y 2006, formó parte presuntamente del comando Donosti junto a Itziar Plaza y Alejandro Zobaran. En concreto, la policía sospecha que intervino personalmente (junto a Arkaitz Agote, detenido por la Guardia Civil el pasado mes de marzo) en el atentado perpetrado el 28 de febrero de 2006 contra la sede del Instituto Social de la Marina de Mutriku. La bomba, compuesta por cinco kilos de explosivo, causó importantes daños materiales.
Íñigo Albizu Hernández, de 23 años, se presentó voluntariamente en diciembre de 2002 en la Audiencia Nacional por estar presuntamente relacionado con la kale borroka. Fue puesto en libertad. Ana López Monge, de 36 años, se hallaba en paradero desconocido desde septiembre de 2002. La Policía la buscaba por estar implicada en las actividades del comando Olaia de ETA, dos de cuyos miembros murieron al explotar un artefacto que transportaban en el vehículo en el que circulaban el 23 de septiembre de 2002.
Cartas de extorsión de ETA
Precisamente hoy el diario vasco El Correo desvelaba que ETA ha enviado una nueva remesa de cartas de extorsión a empresarios de esa comunidad; en las misivas, la organización terrorista exige cantidades comprendidas entre 180.000 y 300.000 euros en pago del denominado impuesto revolucionario.A raíz de esto, varios empresarios han recuperado los servicios de escolta a los que habían renunciado tras la declaración de alto el fuego permanente realizada por ETA el pasado año, según el citado diario. Las cantidades reclamadas en esta ocasión son superiores a las de cartas anteriores, en las que se exigía entre 60.000 y 70.000 euros. Las misivas, según confirmó en su día la Confederación Empresarial Vasca (Confebaskc), se recibieron el pasado mes de marzo y no formaban parte de una "campaña de carácter masivo".
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