La juez asegura que no tiene pruebas que avalen una conspiración en la muerte de Diana
Los abogados de Al Fayed piden que se aplace la instrucción judicial seis meses
La juez que instruye el proceso por la muerte de la princesa Diana de Gales y su novio Dodi Al Fayed, Elizabeth Butler-Sloss, ha asegurado que no ha recibido "ni la más mínima prueba" que avale la existencia de una posible conspiración para matar a la pareja. La juez ha hecho esas afirmaciones tras la presentación este lunes de los argumentos legales en la segunda vista preliminar sobre el caso, que ha comenzado hoy en el Tribunal Superior de Londres.
El millonario egipcio Mohamed al Fayed, dueño de los almacenes Harrods y padre de Dodi, siempre ha sospechado que los poderes del Estado británico estuvieron implicados en el suceso, lo que ha alimentado numerosas teorías sobre una posible conspiración. Sin embargo, la juez ha asegurado, durante la audiencia, que le "sería de enorme utilidad si tuviese alguna prueba del equipo legal del señor Al Fayed para apoyar las alegaciones que se están haciendo, porque hasta el momento no se me ha entregado ni la más mínima prueba".
"Si no hay pruebas para avalar (esas alegaciones), no las presentaré al jurado porque es mi deber no hacerlo", ha añadido la juez, a lo que el abogado que representa al millonario egipcio, Michael Mansfield, ha respondido que esas pruebas existían y ya estaban en su poder.
Los representantes legales de Al Fayed han solicitado además que la instrucción judicial del caso, que comenzará en mayo próximo, se posponga seis meses, argumentando que no queda tiempo para examinar los informes y preparar a los expertos. Mansfield considera que ese retraso sería como "un grano de arena en una playa" si se tiene en cuenta los diez años que ha habido que esperar desde el fallecimiento de la pareja en agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París para que comience la investigación judicial.
Sin embargo, la juez instructora ha expresado su malestar con la petición del equipo legal del multimillonario egipcio. "Estaría muy triste si me viese obligada a retrasar el inicio del proceso otros seis meses. Siento que eso sería muy, muy duro para las familias".
En la audiencia de hoy, durante la que inicialmente se iba a decidir el alcance de la investigación y determinar qué testigos serían convocados, se ha discutido sobre todo cuándo debía comenzar y dónde debía celebrarse la instrucción del caso, teniendo en cuenta la cantidad de periodistas, abogados y ciudadanos que se podrían llegar a congregar.
Al Fayed quiere que presten declaración tanto el príncipe Carlos, ex marido de Diana y heredero a la Corona británica, como el marido de la reina Isabel II, el príncipe Felipe de Edimburgo. La investigación judicial contará con un jurado, tras el fallo de la semana pasada del Tribunal Superior de Londres.
Diana, de 36 años, y su novio, de 42, fallecieron el 31 de agosto de 1997 al colisionar el Mercedes S280 en el que viajaban con una columna del túnel subterráneo del puente del Alma, en París. El conductor, Henri Paul, también perdió la vida en el choque, en el que sólo hubo un superviviente, el guardaespaldas de Dodi, Trevor Rees-Jones, que sufrió graves secuelas.
La investigación policial sobre la muerte de Diana y Dodi concluyó en diciembre pasado que la pareja perdió la vida en un "trágico accidente". Pero Al Fayed no ha aceptado el resultado de las pesquisas y sigue convencido de que hubo un complot, que podría haber estado orquestado por el propio príncipe Felipe de Edimburgo ante la perspectiva de que sus nietos, Guillermo y Enrique, pudieran tener un día un hermanastro con sangre árabe y de origen musulmán.
Además de Al Fayed, a la vista de hoy asistieron la hermana de Diana, Sarah McCorquodale, y Jamie Lowther-Pinkerton, asistente privado de los hijos de Carlos, los príncipes Guillermo y Enrique.
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