Dos organizaciones humanitarias acogen a los 29 inmigrantes llegados a Madrid desde Malta

Cruz Roja atiende a 16 de los 29 inmigrantes, la mayoría eritreos, que aterrizaron anoche en el aeropuerto madrileño de Torrejón de Ardoz tras ser rescatados por el pesquero Francisco y Catalina al sur de Malta. Los otros 13 son acogidos por Comisión Católica, según fuentes de Cruz Roja.

Un grupo de 16 inmigrantes, todos ellos varones, se encuentra en un centro de acogida de Cruz Roja, que no ha especificado para garantizar su tranquilidad, ya que "necesitan descanso físico y psicológico", ha explicado el director del Departamento de Intervención Social de la organización humanitaria, Carlos Capataz.

Los indocumentados, que dispusieron de atención sanitaria durante su viaje desde el puerto maltés de La Valeta, fueron recibidos en el aeropuerto de la base aérea de Torrejón de Ardoz alrededor de las 23.30 horas por el dispositivo habitual de Cruz Roja en estos casos, compuesto por un técnico de inmigración y un mediador social. Todos los sin papeles se encontraban en buen estado de salud y "con ganas de cenar, de asearse y de disponer de una cama limpia", ha señalado Capataz.

Cruz Roja tiene previsto hacer una valoración del estado de salud de todos ellos el próximo lunes, salvo que se detecte alguna circunstancia especial en alguno de los inmigrantes. El representante de Cruz Roja ha afirmado que los inmigrantes se mostraron contentos por haber llegado a España, pero con la incertidumbre sobre su futuro y cansados tras permanecer más de una semana en el barco Francisco Catalina que los rescató en alta mar.

A partir de ahora, ha explicado Capataz, se pone en marcha el proceso habitual sobre inmigrantes por el que si son considerados indocumentados tienen hasta 40 días de plazo para permanecer en el centro de acogida. En caso de que soliciten el asilo político y las peticiones sean admitidas, los inmigrantes pueden permanecer en España hasta que las solicitudes se resuelvan.

El pesquero regresa al caladero

Tras una semana de incertidumbre, el Francisco y Catalina ha partido sobre las 16.00 de hoy a su caladero de camarones, en la zona sur de Malta. Después de un día de descanso, sus tripulantes volvían hoy mismo a faenar. Jaime Valero, el cocinero, ya está recuperado, después de haber tenido que pasar unas horas en observación del hospital de la isla, al tener la tensión arterial alta, debido a los nervios.

Según el gerente de la Asociación de Armadores del Puerto de Carboneras, la semana de "parón en el trabajo" pone al armador en una situación de "auténtica desesperación" por las "graves pérdidas económicas" que sufrirá la empresa familiar. Por el momento, según su armador, José Durá, aún no han tenido tiempo para valorar esa cuantía, aunque una vez vuelvan a la rutina y "la situación en el barco se tranquilice" se pondrán a calcular la cifra exacta de estas pérdidas.