Familiares de los muertos en el incendio de Guadalajara abandonan el funeral por la presencia de políticos

Los familiares de nueve de los once muertos en el incendio de Guadalajara de hace un año han abandonado la iglesia del Fuerte de San Francisco, donde se oficiaba el funeral del primer aniversario de la tragedia, al comprobar que se habían reservado varios bancos para autoridades políticas.

En el interior de la iglesia se encontraban ya el vicepresidente primero de la Junta de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, el delegado de la Junta en Guadalajara, Ángel Padrino, y el alcalde de la ciudad, el socialista Jesús Alique.

Las razones que han dado las familias para abandonar la iglesia es que las condiciones que ellos habían puesto pasaban por un funeral "sin protocolos" y "abierto a todo el mundo".

Mientras los familiares salían por la puerta principal del Fuerte de San Francisco, entraba el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, acompañado por la presidenta regional del partido, María Dolores de Cospedal, y del presidente en Guadalajara, Antonio Román.

Además, a las puertas de la iglesia, con gritos, los vecinos se quejaron de que a algunos familiares no se les había permitido sentarse en los bancos reservados para el protocolo.

Concentración

Por la mañana, los familiares de algunas de las víctimas se concentraron frente a la Delegación de Medio Ambiente, y algunas de ellas se encerraron en el despacho del delegado.

Once miembros del retén de Cogollado murieron hace un año en las labores de extinción del incendio que afectó al Valle de los Milagros, en Santa María del Espino (Guadalajara). El fuego arrasó además 13.000 hectáreas.