La voz más populista del Ejecutivo

Con la etiqueta de barón del PSOE y tras presidir Castilla-La Mancha más de 20 años, José Bono ha desplegado en estos dos años al frente del Ministerio de Defensa su impronta y peculiar forma de hacer política, siempre fiel a Zapatero, pero sin ocultar algunas discrepancias con compañeros del Gobierno y partido.

Abogado, católico practicante, populista y defensor a ultranza de la Constitución y la bandera nacional, Bono dejó Toledo para ser ministro de Defensa con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la persona que cerró su aspiración de ser secretario general del PSOE en el año 2000.

En estos dos años al frente de Defensa, Bono no ha rehusado a expresar su opinión sobre asuntos que excedía a los de su departamento, como han sido el Estatuto de Cataluña, las relaciones Iglesia-Estado o la ley que permite los matrimonios homosexuales. Públicas han sido sus diferencias con los ministros de Interior, José Antonio Alonso, por asuntos de seguridad, y de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, por temas de política exterior y misiones militares internacionales.

Entre sus principales acciones al frente de Defensa figuran la retirada de los militares españoles de Irak, y la resolución de los accidentes del Yak-42, ocurrido durante el mandato de su predecesor Federico Trillo, y del helicóptero Cougar en Afganistán el pasado año. En esta última etapa se enfrentó a una crisis con el caso Mena, que cerró con contundencia aplicando a el "correctivo" previsto en las Reales Ordenanzas.

En materia legislativa ha sacado adelante importantes iniciativas como la Directiva de Defensa Nacional, la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, la Ley de Tropa y Marinería, y deja listo el plan de transformación de las Fuerzas Armadas.

Carrera política

José Bono Martínez nació en Salobre (Albacete) el 14 de diciembre de 1950. Hijo de comerciantes, cursó estudios en distintos colegios regentados por jesuitas, entre ellos el de Alicante y posteriormente se licenció en Derecho, carrera que cursó en la Universidad de Navarra donde se especializó en Derecho Penal. Militó en movimientos del catolicismo progresista, inició su vida profesional como abogado en el bufete de Raúl Morodo, gracias al cual ingresó en 1973 en el Partido Socialista del Interior (PSI), luego Partido Socialista Popular (PSP) de Tierno Galván.

Ingresó en el PSOE en mayo de 1978 tras la fusión del PSP en este partido y, en las siguientes elecciones generales, celebradas el 1 de marzo de 1979, encabezó la lista del PSOE por Albacete. Obtuvo el escaño de diputado y ocupó en el Congreso la Secretaría cuarta de la Mesa, entre otros cargos. Durante el juicio por los hechos ocurridos en el despacho de abogados laboralistas de la madrileña calle de Atocha, en enero de 1977, fue uno de los abogados de la acusación particular.

El 8 de mayo de 1983 concurrió en las primeras elecciones autonómicas como candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Logró el escaño, y el 6 de junio de ese año fue investido presidente del Ejecutivo regional, contando con el respaldo de la mayoría absoluta obtenida por el PSOE en dichos comicios (23 diputados por 21 de la coalición AP-PDP-UL).

A partir de 1983, el PSOE con Bono como candidato a la reelección ha ganado por mayoría absoluta todas las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha celebradas desde esa fecha (1987, 1991, 1995, 1999 y 2003).