Rajoy advierte de que el anuncio "es una pausa pero no una renuncia a la actividad criminal"

El anuncio de la tregua de ETA no ha variado ni un ápice la postura del PP sobre la pacificación en el País Vasco porque según ha advertido esta tarde su presidente, Mariano Rajoy, la noticia supone "una pausa pero no una renuncia a la actividad criminal". El líder de la oposición ha reiterado además que el único comunicado que espera de la banda terrorista es su disolución y ha ofrecido su colaboración a Zapatero para "ayudar al Gobierno a no pagar un precio político".

Con el gesto serio, Rajoy ha afirmado que el fin de las actividades de ETA sería lo importante "pero no es lo que ha ocurrido". El jefe de la oposición ha mostrado su preocupación porque en el documento la banda terrorista expresa su intención de "seguir existiendo", "no pide perdón a las víctimas" e insiste en el proceso de autodeterminación para el que pone "condiciones".

El líder popular ha vuelto a recordar las posiciones fijadas por su partido en los últimos meses: que no se puede pagar un precio político por la paz y que el Estado de Derecho debe seguir cumpliendo sus obligaciones, en referencia a la actividad policial contra los activistas de la banda.

Rajoy también se ha dirigido al Gobierno. Primero, para asegurar que el PP sigue estando dispuesto a derrotar al terrorismo en el marco del pacto antiterrorista, suscrito por los dos grandes partidos. En su segundo lugar, para ofrecer al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, su apoyo para que "no pague ningún precio político" en el proceso de derrotar a ETA.

Por la tarde, en la sesión de control al Gobierno, el líder popular se ha expresado con un tono más conciliador. Aunque ha repetido prácticamente su discurso de la mañana, se ha centrado más en la mano tendida al Gobierno insistiendo en que "no pague un precio político". "No se puede negociar políticamente ni pagar ningún precio político porque los terroristas habrían ganado", ha afirmado.