Un bloque de cinco pisos se derrumba en el centro de Lleida sin causar víctimas
Los vecinos denunciaron la aparición de grietas desde el desplome de un edificio colindante
Un edificio de cinco plantas situado en el centro de Lleida se ha venido abajo esta tarde por causas que de momento se desconocen, según han informado los bomberos de la Generalitat. El derrumbe no ha causado víctimas, ya que, según el Ayuntamiento, ninguno de sus habitantes se encontraba en el bloque en el momento del siniestro. En todo caso, los equipos de rescate remueven los escombros con perros adiestrados para comprobar si es así.
El suceso se ha producido sobre las 16.45 horas, cuando el edificio, de cinco plantas y situado en el número 33 de la calle Caballers, en el centro histórico de Lleida, se ha desplomado. De la finca afectada, tan sólo ha quedado la fachada en pie. Hasta la zona afectada se han desplazado ocho dotaciones de los bomberos, así como Mossos d'Esquadra y efectivos de la Policía Local de Lleida, que no han encontrado hasta ahora ni muertos ni heridos.
En este sentido, el alcalde de la población, Ángel Ros, ha confirmado desde el lugar de los hechos que el derrumbe no ha causado víctimas, ya que "todas las personas que vivían en el edificio han sido localizadas", aunque ha señalado que habrá que esperar a que concluyan las tareas de desescombro. En el inmueble derrumbado vivían tres familias y un grupo de chicas que ya han sido localizadas, a las que el Ayuntamiento realojará esta noche.
El Ayuntamiento realojará a los afectados
El desplome del edificio ha obligado además a desalojar como medida preventiva los edificios contiguos. Todavía se desconocen las causas del hundimiento, pero todo apunta a las grietas denunciadas esta misma semana por los vecinos del inmueble, que se detectaron tras el derrumbe del edificio contiguo, en el mes de abril. Tras el derribo, el edificio siniestrado quedó apuntalado con unas vigas. De todos modos, el alcalde ha señalado a la emidora Catalunya Informació que, según los informes elaborados por los Servicios Técnicos del Consistorio, "no parecía previsible que se produjera este derrumbe", a pesar de la existencia de grietas.
El alcalde ha explicado que los técnicos municipales inspeccionaron el edifico e hicieron una serie de recomendaciones para "proceder a construir sobre el espacio vacío" dejado por el edificio contiguo. Se trata del segundo susto que sufren los vecinos de la calle Cavallers. Un reventón en la tubería general del agua causó la pasada madrugada la alarma en esta vía, donde un ruido muy fuerte despertó a los vecinos, que se vieron sorprendidos por un río de agua y barro que entró en los bajos de las casas y comercios a ambos lados de la calle.
El hundimiento, afortunadamente sin desgracias personales, se produce ocho días después del colapso de otro edifico en Tarragona. En esta tragedia, murieron una mujer, sus tres hijos pequeños -un bebé de mes y medio, un niño de tres años y otro de cinco- y un varón adulto. En este caso, la causa fue una fuga de gas, que provocó una colosal explosión.
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