Un tribunal de Bolivia otorga la libertad condicional a un español acusado de asesinato

Un tribunal de Bolivia ha otorgado hoy la libertad condicional al español Javier Villanueva, detenido desde hace un año y medio en este país por su supuesta participación en el asesinato de una fiscal. La decisión ha la tomado el Tribunal Cuarto de Sentencia de la ciudad boliviana de Santa Cruz, que ha impuesto a Villanueva arresto domiciliario y una fianza de cerca de 52.700 euros, en una sesión de hora y media celebrada en el piso sexto de la Corte de Distrito. El Gobierno español ha expresado ya su "satisfacción".

Los jueces Jaime Cruz y Uby Suárez han presidido la audiencia, en la que el acusado estaba flanqueado por sus abogados, Santiago Flores y Julio Egüez, y acompañado desde la tribuna por su novia, su padre, Francisco Villanueva, y la pareja de éste. En la sesión, la defensa ha argumentado que el español se encuentra recluido en un penal desde hace más de 18 meses, tiempo superior al plazo máximo de detención de una persona sin que se haya dictado sentencia en su contra, según las leyes bolivianas. Además de imponer las medidas sustitutivas a la detención, el magistrado Cruz ha expresado la intención del tribunal de celebrar el juicio oral en contra del español "en los próximos días".

Sin embargo, es previsible que el proceso no comience hasta diciembre o enero, porque el próximo lunes se inician en Bolivia las vacaciones judiciales, que se prolongarán hasta el 26 de noviembre. Villanueva, con más kilos, más pálido y con el cabello más largo que cuando fue detenido el 28 de abril de 2004, ha llegado a la sala esposado y con el semblante serio. Antes de la vista, este sevillano de 28 años dijo a Efe que estaba ansioso por conocer la resolución de los jueces, aunque mostró su escepticismo sobre su eventual libertad. "La esperanza nunca se pierde, aunque aquí (Bolivia) por ahora nunca se ha hecho justicia, esperamos que ahora sea la primera vez", manifestó.

La fianza, una "barbaridad"

Señaló que el año y medio pasado en prisión "fue un infierno y como si fueran cinco años", y se quejó de que en su caso nunca se presumió inocencia. El español está acusado de participar en el crimen de la fiscal Mónica Von Borries, ocurrido el 27 de febrero de 2004 a consecuencia de una explosión del vehículo en el que estaba. Además de Villanueva, están imputados por el mismo caso el italiano Marco Marino Diodato, actualmente prófugo de la Justicia, los brasileños Ricardo Borba y Sandro de Carvalho, quien ha escapado de la prisión, y el boliviano Freddy Hurtado.

La prueba principal en contra del español es la declaración que hizo al ser capturado por la policía, difundida por varias cadenas de televisión y en la que se inculpó. Posteriormente, ante un juez cautelar clamó por su inocencia y denunció haber sido sometido a torturas por la policía para testificar en su contra. Al final de la sesión, el juez Cruz ha concedido la libertad al español bajo una fianza de 500.000 bolivianos (unos 52.700 euros).

El fallo impone, además, a Villanueva la obligación de permanecer bajo arresto domiciliario con vigilancia policial en un domicilio de Santa Cruz, en un régimen en el que también "se restringe la comunicación con terceras personas, excepto familiares". El tribunal ha dado un plazo de 72 horas a la fiscalía y a la defensa para apelar. El padre del acusado tiene intención de presentar un recurso para lograr que se reduzca la fianza. Al conocerse el fallo judicial, el padre de Villanueva se ha mostrado satisfecho, aunque ha considerado que la fianza es "una barbaridad".