Zapatero: "Sí a la tramitación de la reforma y sí a su plena adecuación a la Constitución"

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido con firmeza la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Cataluña porque "conviene a España y Cataluña" y "robustecerá nuestra convivencia" al apoyarse en "los principios de libertad, igualdad y solidaridad". Zapatero también ha criticado duramente el rechazo a la reforma que plantea el PP. "La regla primera del patriotismo es evitar la discordia entre españoles", ha advertido a Rajoy.

Después, Zapatero ha entrado directamente en los aspectos más polémicos de la reforma salida del Parlamento catalán y que a su juicio es necesario modificar para lograr su encaje en la Constitución:

• La fórmula para definir a Cataluña

El proyecto de Estatuto define en su artículo 1 apartado primero a Cataluña como "nación". Hoy Zapatero ha propuesto implícitamente como alternativa la siguiente redacción: "Cataluña tiene identidad nacional". A su juicio esa definición es "perfectamente compatible con el artículo 2 de la Constitución, que considera a España como nación de todos". Zapatero ha añadido que la redacción del apartado 2 del artículo primero del Estatuto es "impecable", ya que "define con precisión la naturaleza del poder político de Cataluña, al disponer que Cataluña ejercerá su autogobierno mediante instituciones propias, constituida como comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y el presente Estatuto".

• Modelo de financiación

Después de recordar que "Cataluña es clave para el desarrollo de España" y de tachar de "injusto" el acusar a Cataluña de insolidaria, Zapatero ha advertido de que el nuevo modelo de financiación debe ser conciliable con el artículo 157.3 de la Constitución. Así, el presidente ha dicho que "el Estado debe de tener sus propios impuestos para garantizar la unidad del mercado -en referencia al IRPF, IVA e impuesto de sociedades- y un sistema de reacudación propio". La actual redacción del Estatuto confiere a la Generalitat competencias exclusivas en la recaudación y gestión de esos impuestos, lo que el Gobierno considera que no se ajusta a la Constitución. Zapatero también ha incidido en la necesidad de que "Cataluña tenga más responsabilidad y capacidad de decisión sobre los impuestos de sus ciudadanos". Pero el principio de solidaridad ha de ser respetado porque es la garantía de que "las comunidades tengan un nivel similar de servicios con independencia de su capacidad fiscal".

• Poder judicial

La Generalitat pretende ampliar sus competencias en materia de justicia. En concreto, el Estatuto crea el Consejo de la Justicia de Cataluña, que asumiría competencias que ahora corresponden al Consejo General del Poder Judicial, otorga poder a la Generalitat en personal y faculta al Gobierno autónomo para intervenir en la designación del fiscal superior de Cataluña y del presidente del Tribunal Superior de Justicia catalán. Sobre este aspecto Zapatero ha dicho hoy lo siguiente: "Compartimos la necesidad de cambios importantes en el poder judicial pero pedimos respeto a la reforma de la ley orgánica del poder judicial, en trámite en las Cortes generales". "Es inevitable que la reserva que hace la Constitución en favor de la ley orgánica del poder judicial se respete adecuadamente", ha añadido.

• Bilateralidad

El proyecto de Estatuto consagra el principio de bilateralidad en las relaciones de la Generalitat con la Administración central, lo que ha suscitado el rechazo del resto de comunidades. Zapatero ha recordado a las autoridades catalanas que el sistema territorial de reparto del poder exige bilateralidad pero también multilateralidad. Ambos mecanismos son cauces adecuados, a su juicio, para el buen desarrollo de dos principios básicos del modelo territorial: la cooperación y colaboración entre Administraciones, y la participación de las Comunidades en la formación de la voluntad del Estado.

"Bilateralidad, sí para lo que afecte directamente a Cataluña -la lengua, algunas competencias específicas o su organización territorial-, para mejorar la cooperación entre Administraciones, pero junto a un sistema multilateral", ha resaltado. En este sentido ha argumentado que "de la misma manera que el Estado no debe imponer a Cataluña obligaciones en el ejercicio de sus competencias" la Generalitat tampoco debe imponérselas al Estado.

Críticas al PP

Zapatero ha arrancado su intervención haciendo un repaso de los logros conseguidos en España gracias a la Constitución aprobada hace ahora 27 años. Así, ha hecho hincapié en los avances en el desarrollo autonómico y en la cohesión territorial que ha posibilitado que Cataluña, al igual que el resto de comunidades autónomas, haya vivido "el periodo más fecundo para su autogobierno y bienestar de los catalanes"; "Cataluña ha disfrutado de autogobierno desde el momento en que España recuperó la libertad", ha recordado.

Además, el presidente ha querido subrayar que el de hoy es un debate sobre "la fuerza de la democracia y el valor de la Constitución y no un debate sobre la reforma de la Constitución", tal y como pretende el PP. "Esta reforma está prevista en la Constitución, proviene de un parlamento democratico y a partir de hoy será debatida y en su caso aprobada por las Cortes Generales", ha recordado Zapatero. "España no se debilita cuando reconoce el autogobierno de sus pueblos". "Muy al contrario, gana en fuerza, en vida, en dinamismo". Entonces, ha proseguido Zapatero, "¿por qué alimentar el miedo a la España autonómica, ¿quién y por qué tiene miedo al debate democrático?", ha dicho en alusión a la oposición del PP. Frente a esa actitud de rechazo, Zapatero ha subrayado que "el Gobierno confia plenamente en la España de las autonomías; el Gobierno no teme ni al debate ni a las reformas".

Réplica

En el turno de réplica Zapatero ha criticado al presidente del PP, Mariano Rajoy, de una "profunda incultura constitucional" en los argumentos vertidos ante el pleno del Congreso para explicar que el nuevo Estatuto de Cataluña constituye una reforma de la Carta Magna. Para el presidente del Gobierno, la aportación "más original" hecha por Rajoy al debate ha sido su comparación de esta propuesta con un puercoespín. Este turno de réplica ha sido respondido desde los escaños del PP con abucheos e improperios, lo que ha llevado al presidente del Congreso, Manuel Marín, ha pedir "calma" en repetidas ocasiones y a apelar a los diputados paa que piensen "en la imagen colectiva" que transmiten.