López Aguilar afirma que "hay tiempo suficiente" para reformar la Constitución

El día después del nacimiento de la Infanta que llevará el nombre de Leonor y que es ya la segunda en la línea sucesoria de la Corona, está siendo el del debate sobre la necesidad o la urgencia de reformar la Constitución, como ya estaba previsto, para eliminar la preferencia del varón sobre la mujer. A ello se ha referido el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que ha afirmado que no hay prisa por reformar la Carta Magna.

López Aguilar ha asegurado en la cadena SER que hay tiempo suficiente para trabajar "sin premura", y ha reiterado que el hecho de que haya nacido una niña no tiene por qué acelerar el calendario de la reforma constitucional para eliminar la preferencia del varón sobre la mujer.

El ministro concluye que la actual regulación consagra una preferencia que no tiene razón de ser "en una sociedad en la que el valor de la igualdad". López Aguilar ha recordado, en ese sentido, que el principio constitucional de igualdad "ha adquirido una preeminencia enorme".

En el mismo sentido se había manifestado el propio príncipe de Asturias durante la madrugada, cuando compareció ante los medios de comunicación, cuando afirmó que "la lógica de los tiempos indica que, si se produce la reforma que está prevista, creo que transmitiendo o plasmando el sentir mayoritario de los españoles, así será".

Un proceso largo

El ministro ha recordado que es "perfectamente posible" resolver la cuestión esta misma legislatura. Aunque tres de los cuatro puntos a reformar sobre la Corona no tienen que pasar por el trámite del referéndum, el de la sucesión, en cuanto pertenece al núcleo de la Constitución, requiere disolver la Cortes, elegir unas nuevas, que éstas aprueben la reforma y finalmente, que el pueblo español la ratifique en un referéndum.

La reforma no tendrá, en ningún caso, efecto retroactivo, según ha recordado López Aguilar que afirma que el Gobierno tiene "muy asumido" que va a afectar solo a los herederos o sucesores de don Felipe, que ya ha sido declarado príncipe de Asturias, y por tanto, sucesor.