Bono insiste en que la principal hipótesis es la del accidente causado por el fuerte viento
El ministro de Defensa detalla en el Congreso la información sobre la tragedia
El ministro de Defensa, José Bono, ha mostrado a los integrantes de la Comisión de Defensa del Congreso una serie de fotos de la zona donde se produjo el accidente del helicóptero que se estrelló en Afganistán el pasado día 16 y que costó la vida a 17 militares españoles que avalarían la tesis del accidente. En dichas fotos se muestra, a unos 200 metros de donde finalmente se estrelló y ardió el Cougar español, la huella de un primer impacto del aparato contra el suelo, que le pudo desequilibrar y provocar finalmente su caída. Según ha relatado el ministro, ese primer toque contra el suelo se produjo cuando, al descrestar una colina, el helicóptero experimentó un empuje descendente -efecto ventury, producido por el viento de cola- que llevó el aparato al suelo.
El ministro ha basado su información en el "informe inicial", que le fue remitido anoche, del general presidente de la Comisión de Accidentes Aéreos y en los testimonios recabados de "personas que estuvieron cerca del siniestro y de otras cuya opinión es cualificada". Así, ha relatado, como ya es conocido, que los dos helicópteros salieron de Herat en vuelo "táctico" -a baja cota y que ha calificado de "arriesgado" - hacia Shindahad. Recorridos 21 kilómetros, el segundo aparato, que volaba unos 500 metros del primero, al "descrestar una pequeña colina", realiza una "maniobra flare" -de frenada-, y un giro a la izquierda de evasión al avistar humo y fuego delante de él. Ese humo y fuego procedía del primer Cougar, que había caído.
Según el ministro, el fuerte viento de cola al descrestar la colina -más de 20 nudos- hizo al primer helicóptero experimentar un empuje hacia abajo -efecto ventury- lo que hace que dé "un toque en tierra". Tras ese toque, que ha calificado de "hecho cierto" al mostrar fotografías de la huella en el suelo, el piloto perdió el control del aparato y "llegó, perdiendo piezas del fuselaje y combustible, hasta 200 metros más allá". Luego se incendia.
En todo caso, ha dicho que no tiene una "respuesta indiscutible" a por qué el aparato chocó en un primer momento contra el suelo. Así, no ha descartado totalmente que sean otras las causas del siniestro y ha emplazado al "análisis de los restos del aparato, que llegarán esta semana" y a los informes "preliminar, que debe estar tras 21 días, y final, tras 45" para determinar sin duda la causa. Ha citado que "desde el primer momento" se contempló la hipótesis del ataque y se interrogó a "dos personas que corrían" y a "tres que iban en una moto" en la zona del accidente, descartándose que fueran enemigos. También se descartó como poco creíble la reivindicación de un mulá afgano y se determinó que las explosiones que oyeron los ocupantes del segundo helicóptero se debieron a la explosión de la munición de las ametralladoras del helicóptero caído.
Identificaciones
Tras explicar las circunstancias en que se produjo el accidente, Bono ha pasado a explicar el proceso de identificación y repatriación de las víctimas. Según el ministro, en cuanto se tuvo conocimiento del siniestro se puso en marcha el protocolo de inhumación, repatriación e identificación aprobado el año pasado y, ese mismo día, viajó a Afganistán acompañado de una comisión médica, especialistas en anatomía patológica, el equipo de identificación de la Guardia Civil y personal auditor.
Bono ha relatado después que la identificación "indubitada" de las víctimas se produjo en 14 horas. En nueve de los cadáveres bastó el cotejo de huellas dactilares, en el resto hubo que recurrir a una identificación dental. También se hizo la prueba de ADN pro si lo solicitaba algún familiar, aunque todos renunciaron a ello. El ministro ha contado luego que los restos fueron repatriados en 17 féretros y un arcón con restos sin valor identificativo. Otros restos de este tipo fueron hallados el día 18 y remitidos por orden del juez instructor al hospital central de la Defensa.
Lucha contra el terror
El ministro ha iniciado su comparecencia en el Congreso con una defensa de la labor de los militares españoles enviados a misiones en el extranjero. En este sentido, ha dicho que los soldados españoles se encuentran "luchando contra la pobreza, contra el fanatismo y contra el terrorismo" en Afganistán, "un país destrozado por décadas de violencia, el quinto más pobre del planeta, con el peor sistema educativo del mundo". En general, Bono sostiene que los soldados españoles, "auténticos españoles sin fronteras", ponen en práctica principios como la "libertad, la solidaridad y la democracia" que los políticos sólo mencionan.
También ha precisado que los soldados españoles presentes en Afganistán están plenamente amparados por la legalidad internacional, ya que, tras la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, fueron retirados de la coalición militar Libertad duradera puesta en marcha por EE UU tras los atentados del 11-S para derribar el régimen talibán y sólo permanecen integrados en la misión de seguridad de la ONU para Afganistán (ISAF). El resto del contingente español es un batallón de apoyo a las elecciones del próximo mes de septiembre, un programa de reconstrucción de una ciudad y una base de apoyo avanzado en Herat para dar cobertura y seguridad a estas misiones y que incluye un hospital que también atiende al personal civil de Herat. En resumen, ha dicho Bono "estamos en misión de paz, según la califica la ONU, para mejorar la vida en Afganistán".
El ministro ha reconocido que esta misión incluye riesgos, "que no se han negado nunca", pero que, evaluados por los servicios de inteligencia militar y por el CNI, "no se percibe hostilidad por parte de la población civil o no existe" y en general se califica de "moderado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.