Un periodista entra en la academia militar del príncipe Harry y fabrica una bomba falsa
El reportero, del diario sensacionalista 'The Sun', se hizo pasar por un estudiante
"Podría haber volado a Harry en pedazos", titula hoy a toda página en su portada el diario sensacionalista británico The Sun, que cuenta que un reportero del tabloide logró entrar en la academia militar de Sandhurst, donde se forma el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra, haciéndose pasar por un estudiante. Allí, y sin que nadie se percatara de ello, fabricó una bomba falsa.
De acuerdo con The Sun, el periodista envió a Sandhurst un mensaje por correo electrónico para que le permitieran el acceso a la biblioteca de la academia militar como parte de una investigación sobre las guerras en el siglo XX. Poco después, El Investigador, como llama al reportero el diario, recibió una respuesta afirmativa, pese a que dio escasos detalles sobre sus estudios y no mencionó ninguna universidad.
The Sun cuenta también que, una vez en el centro, el periodista visitó la biblioteca y paseó por la academia sin problemas. Además, pudo fotografiar documentos pinchados en las paredes en los que se especificaba la rutina diaria del príncipe Harry y pudo filmar a varios cadetes, entre ellos a Enrique. The Sun publica hoy una fotografía del príncipe y otros cadetes al entrar en uno de los edificios de la prestigiosa academia militar, situada en el sur de Inglaterra.
Tras su paseo por el centro, el reportero regresó a su automóvil, donde montó una bomba falsa con cables, plastilina, una pila y un reloj, cuenta el periódico. Además, el periodista consiguió entrar en la sala principal de Sandhurst, donde se mezcló con los jóvenes cadetes, compró un diario The Sun y se sentó en un sofá para leerlo. Pese a que la policía de la academia le preguntó en algún momento qué hacía en el lugar, el reportero pudo continuar su visita tras explicar las razones de su presencia. The Sun afirma que decidió llevar a cabo esta investigación después de recibir el "soplo" de una persona preocupada por la falta de seguridad en el edificio militar.
El ministro británico de Defensa, John Reid, ha ordenado la apertura de una investigación para aclarar lo ocurrido. "He exigido una investigación inmediata sobre esta grave violación de la seguridad. He pedido a Sandhurst que cambie sus medidas (de seguridad) para evitar que esto se repita", ha asegurado Reid. Una portavoz de Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos de Inglaterra, no ha querido hacer comentarios.
El príncipe Enrique, segundo hijo del heredero de la Corona británica, entró recientemente en la academia militar de Sandhurst. Esta no es la primera vez que se producen hechos como estos en torno a la seguridad de la familia real.
En el año 2003, un periodista estuvo dos meses como criado en el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real, pese a entregar referencias falsas. Ese mismo año, un actor que se hacía llamar Terrorista de la Comedia se infiltró en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, vestido de un Osama Bin Laden femenino para participar de la fiesta de cumpleaños del príncipe Guillermo, a quien llegó a besar en la mejilla. Incluso en 1982, la reina Isabel II se despertó sobresaltada por la presencia de un extraño en su mismísimo dormitorio del palacio de Buckingham.
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